31 marzo, 2011
Debido a las catástrofes ambientales que se desataron en Japón, muchas fábricas quedaron paradas o a media marcha, por lo que los suministros tecnológicos que salen del país nipón podrían afectar a la cadena de distribución mundial y al precio final de los dispositivos.
El 30% de los videojuegos que se venden en todo el mundo salen de Japón, así como el 15% de los televisores y el 40% de las videocámaras. También una parte importante de los semiconductores, las memorias flash NAND y DRAM, presentes en smartphones, PCs y consolas.
Desde el terremoto del pasado 11 de marzo, muchas de las fábricas donde se producen estos componentes están cerradas o funcionan a media marcha por los daños estructurales o los cortes en el suministro eléctrico al punto que de las 140 fábricas japonesas que producen semiconductores, entre 40 y 50 están cerradas.
Esta situación podría afectar en unas semanas a la cadena de distribución mundial y al precio final de muchos gadgets, y según la consultora IHS iSuppli se prevé que en un plazo de dos a tres semanas se empezará a notar la falta de material, lo que llevará a escasez de algunos productos, retrasos en las entregas y cierre de algunas líneas de producción.
Además, los meses de abril y mayo son claves para la industria, ya que las fábricas japoneses suelen funcionar a pleno rendimiento en este período para tener listos los lanzamientos de la segunda mitad del año.
Si bien todavía no se tienen datos precisos sobre hasta qué punto la industria tecnológica está afectada y cuál será el impacto de la catástrofe japonesa sobre la cadena de suministros mundial, lo que está claro es que si la actividad no se recupera pronto, todos lo vamos a notar, sobre todo nuestros bolsillos.