3 enero, 2012
Era una ligera tendencia que de golpe se transformó en un frenesí. Primero la Web 2.0, y ahora la “Sociabilización” de toda la tecnología que nos rodea. Como un barco rompehielos, Facebookinstauró el concepto de Red Social en el inconsciente colectivo para abrirle paso aun sinfín de oportunidades detrás de él, entre las que podemos encontrar a las Redes Sociales de Nicho.
Redes Sociales para fines específicos comoCitas, Empleo, Mascotas, etc. y algunas más curiosas como unaRed Social para infieles u otra que solo permite tener hasta 50 amigos para asegurar que solo se vincularán los contactos más íntimos, son algunos de los miles de ejemplos que están haciendo furor en internet. Detrás de cada una de estas Redes Sociales de Nicho se encuentra un proyecto liderado por emprendedores, con una visión y con múltiples desafíos.
El principal aspecto a definir es la efectividad de la propuesta de valor: ¿Que ofrece la nueva red a sus miembros? ¿Qué le ofrece a su entorno? ¿Si fuera una red de empleados de una empresa, que le ofrece a esa empresa? Decidido esto, ¿Cómo se hace para empezar a desarrollar la plataforma? La tecnología en este sentido no está tan madura como en el caso de la construcción de sitios web, pero hay empresas que se especializan en este mercado. Una vez lista la plataforma, ¿cómo se hace para que un primer grupo de miembros se registre y se quede? Este es uno de los planteos típicos de las “externalidades de red”: ¿Qué utilidad tiene un miembro cuando todavía no hay otros miembros (relevantes) con los que interactuar? ¿Cómo funciona el efecto viral de las comunicaciones cuando las interacciones son nulas?
Del lado de las redes que crecieron con mucha fuerza, tenemos a LinkedIn que vale 6 mil millones de dólares y a Facebook con una estimación de 100 mil millones. En Europa, los inversores tienen foco en este tipo de emprendimientos y suelen invertir entre 600 mil y 6 millones de Euros por cada Red Social de Nicho que resulte prometedora (recordemos que en España fue muy popular el caso de Tuenti en donde Telefónica compró el 85% por 70 millones de Euros a finales del 2010). Pero, ¿Cómo se hace para valuar a estas empresas cuando todavía no generan flujos de efectivo? Desde el punto de vista del negocio, muchas Redes Sociales funcionan como un espacio en donde se mantiene al público semi-cautivo, interesado, latente y, fundamentalmente, segmentado. Por lo tanto, el valor se calcula a partirdel valor de la información que representa cada miembro con sus datos y su comportamiento, más el valor de los productos y servicios que puede brindárseles como si la comunidad fuese un mercado en sí mismo (publicidades, servicios premium pagos, etc), más la expectativa del potencial que puede conseguir en el futuro y que todavía hoy no se conoce (Twitter creció de manera espectacular en usuarios y valuación cuando ni siquiera sabía cómo lograr monetizar lo creado).
¿Cómo hace un emprendedor para armar un modelo de negocios cuando depende del registro de miembros y de su participación? ¿Cómo tomar de referencia a las grandes Redes cuando ellas no tenían un modelo claro al nacer? ¿Cómo presentar una valuación de un proyecto de Red Social cuando todavía no hay un criterio uniformes para valuarlas? Estás, y otras más, son las preguntas que se hacen todos los días los emprendedores y los inversores. Todavía es una tendencia relativamente nueva, pero el furor no se va a detener solo por la falta de consenso respuestas. Seguramente en otros artículos podremos tratar con detalle cada uno de esos aspectos.
Sebastian Ortega
CEO – Quanbit
Twitter: @sportega