1 agosto, 2013
Edward Snowden, el ex agente de la NSA y colaborador de la CIA que revelara el esquema de espionaje estadounidense y diera a conocer al mundo el programa de vigilancia PRISM, finalmente abandonó la zona neutral del Aeropuerto Internacional Moscú–Sheremétievo y habría entrado oficialmente en Rusia, uno de los países que le ofreciera asilo político.
El analista habría pasado más de un mes en la terminal aérea europea, y según su abogado este asilo temporal concedido por el gobierno ruso duraría un año, durante el cual podrá vivir libremente en Rusia e incluso optar por tener un año más de estadía allí si así lo desease.
Según el Wall Street Journal, el mismo abogado de Snowden Anatoly Kucherena lo habría escoltado hacia afuera del aeropuerto y a un taxi, sin especificar hacia adónde se dirigía. Por el momento, Snowden escogió Rusia, aunque ya había declarado que solamente sería un lugar de tránsito hasta que pudiera dirigirse a Latinoamérica, en donde países como Bolivia, Ecuador o Venezuela también le ofrecieron asilo también.
Como siempre sucede en estos casos, el de Snowden ocasiona más de un dolor de cabeza a los embajadores, generando problemas diplomáticos entre algunos países. Justamente, desde que se supo que el analista se dirigía a Rusia, Estados Unidos solicitó al país la extradición para seguirle un juicio. Si bien la Casa Blanca aseguró que no buscaría la pena capital contra Snowden, Rusia igualmente hizo caso omiso y ahora permitirá que el ex agente camine libre durante al menos un año por el extenso país.
“Los lugares los elegirá el mismo”, dijo Kucherena cuando fue consultado acerca de la residencia de su cliente. El pasaporte ruso que se le otorgó en virtud de su carácter legal de refugiado le permite escoger cualquier lugar de Rusia, sin posibilidad, claro, de moverse por fuera de sus fronteras. “Podrá alquilar un departamento o vivir en un hotel”, continuó el abogado, y agregó “considerando que es la persona más buscada de la tierra, también debería enfocarse en su propia seguridad“.
Como es de suponer, el visto bueno del Kremlin no podía ser gratuito, y durante el mes que Snowden estuvo en el aeropuerto mientras sus papeles eran escrutados por las autoridades rusas, se le solicitó que “abandonara sus actividades políticas” a cambio de obtener asilo allí.
