11 enero, 2018
Este mes es la esperada edición anual de revista USERS “Las mejores apps”. Pero, como me gusta la polémica, confrontaré a las apps nativas (se les dice así porque están programadas en el lenguaje nativo del teléfono) contra la seria competencia que cada vez tiene más fuerza: las webapps. Recorramos en esta breve nota las diferencias básicas entre ambas.
Instalación. Una app nativa se descarga de las tiendas de aplicaciones oficiales (en las que previamente tuvo que ser aprobada por Apple o Google) y se instala ocupando espacio en el almacenamiento de nuestro smartphone. Una webapp, por otro lado, es básicamente un sitio web que se comporta como una app nativa, lo accedemos por primera vez desde nuestro navegador móvil, pero luego nos permite crear un ícono para accederla desde la pantalla de nuestro smartphone, aunque estemos offline.
Programación. Las apps nativas está escritas en el lenguaje propio del sistema operativo, Java en el caso de Android, Swift en los iPhone, por lo que, como mínimo, los desarrolladores deben programar dos versiones de la misma aplicación. Las webapps, por otro lado, están desarrolladas en el lenguaje de la web: básicamente HTML5, CSS3 y Javascript, por lo que son más rápidas y baratas de programar, además no necesitan esperar la aprobación de la tienda de aplicaciones para su publicación.
Actualización. Cuando el creador de una app la quiere actualizar, debe hacerlo para cada sistema operativo, subirla a las app stores y hacer que todos los usuarios la descarguen. Una webapp, por su lado, es más fácil y barata de mantener: se actualiza al instante como cualquier sitio web y todos usan la misma versión de la aplicación, no importa qué dispositivo o sistema operativo tengan, ya que las webapps se adaptan para correr en dispositivos más viejos.
Eficiencia. Por el momento, las apps nativas pueden aprovechar mejor las características propias del dispositivo, por lo que pueden ser más veloces que las webapps y tienen mejor acceso al hardware del dispositivo (cámara, acelerómetro, etc.). Por lo demás, el aspecto o interfase que pueden tener ambos tipos de aplicaciones es prácticamente el mismo
Pagos. En las apps nativas las tiendas de aplicaciones se encargan de cobrar, quedándonse con un porcentaje, sea por la aplicación misma o por las compras realizadas dentro de la app (compras “in-app”). En las webapps el desarrollador debe configurar alguna plataforma de pago.
Como pueden ver en esta breve recorrida, las ventajas de las webapps son, en muchos casos, concluyentes y están surgiendo como la nueva forma de utilizar nuestro dispositivo móvil.
¿Instalar una app será pronto cosa del pasado?
Miguel Lederkremer
Director Editorial
Revista USERS
Twitter: @leder
ESTA NOTA FORMA PARTE DE REVISTA USERS 321 – ENERO 2018
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