7 diciembre, 2018
Las relaciones entre China y Estados Unidos no están atravesando su mejor momento. La llamada guerra comercial entre ambos países ha provocado ya varios momentos de tensión y creado muchas dudas sobre el futuro. Con el presidente de los Estados Unidos amenazando con implementar tarifas a las empresas chinas es lógico que cualquier acción pueda leerse como parte de esa misma estrategia.
Así ha ocurrido con el reciente arresto de la jefa ejecutiva de finanzas de Huawei, Meng Wanzhou. Los medios chinos han denunciado que se trata de un atropello o acto de intimidación y lo han asociado con lo que entienden son los esfuerzos de los Estados Unidos por contener a una de la más grande proveedora de equipos de telecomunicaciones.
El periódico estatal Global Times ha señalado que “Obviamente Washington está recurriendo a opciones despreciablemente marginales porque no puede parar el avance de la tecnología 5G de Huawei en el mercado”.
En efecto los Estados Unidos ya había prohibido la compra de productos de dicha empresa por parte de agencias gubernamentales por temor a posibles filtraciones y ciberataques. Japón también ha adoptado esta misma medida recientemente.
Por su parte, el comisionado de tecnología de la Union Europea, Andrus Asip, ha señalado un día después del arresto de la ejecutiva: “¿Tenemos que preocuparnos por Huawei y otras compañías de origen chino? Sí, Creo que tenemos que estar preocupados”. El problema según Ansip es que las empresas tecnológicas Chinas están obligadas a cooperar con los servicios de inteligencia de dicho país, lo que incluye la instalación de puertas traseras para el acceso a datos encriptados.
El gobierno chino ha demandado la liberación de Meng Wanzhou, quien es además la hija del fundador de la compañía. Meng fue detenida en Vancouver, Canadá a pedido de los Estados Unidos y bajo la acusasión de haber evadido las sanciones impuestas por ese país a Irán.