4 julio, 2019
El Boeing 737 Max es un modelo que se ha hecho tristemente famoso por estar involucrado en dos de los más graves accidentes del mundo de la aviación de los últimos años.
Como consecuencia todas la unidades de este modelo se encuentran en tierra hasta que sean seguras.
El problema de estos aviones es que tienen un sistema de estabilización que nivela la altura de la nariz de forma automática para mejorar la aerodinámica. Pero cuando uno de los sensores asociados funciona mal la nariz se inclina hacia abajo más de lo debido y los pilotos tienen grandes dificultades para corregir este defecto.
Desde que se descubrió este problema los técnicos de Boeing han estado trabajando para encontrar una solución. La idea de la compañía era corregir este funcionamiento a través de un cambio en el software.
Más problemas
Sin embargo durante varios simulacros realizados por pilotos del gobierno estadounidense se descubrió un nuevo defecto. En este caso se trata de un problema en el microprocesador del sistema, que también tendría como consecuencia la inclinación de la nariz del avión. En las simulaciones la recuperación ante este fallo tomaba varios segundos, lo que supone un riesgo excesivo.
La compañía ha aceptado la nueva exigencia del organismo regulador del espacio aéreo, la FAA, y sus ingenieros ya están intentando resolver el nuevo problema. Sin embargo esto ha supuesto un retraso extra en el proceso de certificación de las aeronaves.
Entrenamiento
Bajo la nueva configuración los pilotos que tomen el mando de estos aviones tienen que volver a entrenarse. Boeing ha señalado que un curso a través de computadoras podría ser rápido y suficiente, incluso realizarse desde un iPad. El sindicato de pilotos ha contestado que el entrenamiento adecuado no puede darse a través de una tablet.