12 octubre, 2018
Un grupo de jóvenes repartidores se presentó a la Secretaría de Trabajo para conformar el primer sindicato de trabajadores de servicios de transporte basados en plataformas online. El objetivo de la nueva organización es brindar representación gremial a quienes mantienen una relación laboral con empresas tales como Uber, Rappi, Pedidos Ya y Glovo. Este sindicato no solo es el primero de su tipo en Argentina, sino también el primer caso en el continente americano.
Los problemas en la relación entre las empresas deservicios y los trabajadores asociados han estado presente en casi todos los países en los que operan. Uno de los principales factores del conflicto es que las compañías no los reconocen como empleados y por tanto estos no pueden ejercer derechos que estarían incluidos en un vínculo formal. Los trabajadores aparecen como monotributistas, pero en los hechos su fuente de ingresos es constante y depende de la empresa.
La organización del sindicato comenzó con los trabajadores de Rappi. una aplicación de origen colombiano que permite la compra de productos de supermercados, tiendas, restaurantes y farmacias y ofrece el envío a domicilio. La compañía espera llegar a un nivel de operación de unos USD 5 millones en su primer año en Argentina. La huelga que se produjo a consecuencia de las diferencias con la empresa atrajo la atención de los trabajadores de otros servicios similares.
La situación de quienes trabajan para estos servicios es precaria en tanto las condiciones de la relación pueden cambiar sin negociación mediante. La empresa puede elegir modificar la comisión que cobra y los asociados no tienen forma de oponerse. Si la empresa juzga que alguien incumple los términos del contrato tiene la capacidad de bloquear a esa persona sin dar explicaciones. El problema es que ser bloqueado a efectos prácticos es como un despido. Tampoco existe una cobertura médica.
El sindicato busca el reconocimiento de las empresas y la discusión de las condiciones de trabajo. La negociación colectiva sería una gran diferencia tanto a nivel de fuerza como de la seguridad individual de los miembros del sindicato.
A efectos prácticos el escenario en el que se encuentran los repartidores no es diferente del que enfrentan los creadores de contenido asociados a plataformas como YouTube o Twitch. Queda por ver si este sindicato se extenderá a otros rubros o surgirán organizaciones similares que aborden estas nuevas relaciones de trabajo.