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Core i5 al máximo: overclocking


Cada vez que aparece una nueva generación de procesadores, entre los entusiastas del hardware surge una duda fundamental: ¿estamos ante chips realmente overclockeables? ¿Podremos conseguir de ellos más de lo que se ve a primera vista? ¿Harán que nuestro dinero valga más de lo esperado?
En este caso, estamos ante el chip Core i5 750, un procesador orientado a la gama media y alta, que incorpora un controlador de memoria de doble canal. Viene a ser el hermano menor del Core i7 LGA 1366, que incorpora un controlador de memoria de 3 canales.

CARACTERÍSTICAS Y PERSPECTIVAS

El Core i5 750 viene en formato de socket LGA 1156. Es un chip fabricado en 45 nanómetros e incorpora 4 núcleos. En su arquitectura están presentas 3 niveles de caché: una pequeña memoria L1 y 256 KB de L2 en cada núcleo, a lo que se suman 8 MB de caché L3 compartida entre los 4 núcleos.
Si lo analizamos con ojo de overclocker, podemos decir que el multiplicador de este chip en particular es de 20x. Este valor se puede disminuir en el BIOS de la mayoría de los motherboards, pero no se puede elevar. Por eso, podemos considerar que se encuentra semibloqueado.
El clock base es de 133 MHz. Así (20 x 133) se logra la frecuencia de funcionamiento normal de 2,66 GHz. Aquí, nuestro objetivo consiste en elevar la frecuencia del Core i5 lo más que se pueda sin perder estabilidad. Es decir, aspiramos a lograr un overclocking útil y que pueda usarse en la vida real.

EL MÉTODO

Para hacer volar nuestro Core i 750 nos vimos obligados a elevar el clock base de 133 MHz y, desde luego, también la tensión de funcionamiento (voltaje del core).
Como podrán ver en la tabla de abajo, realizamos benchmarks a distintas velocidades, para verificar cuál es la mejora de rendimiento real a una determinada velocidad y también podrán ver los valores de temperatura.
Desde luego, aplicamos el método de prueba y error, típico del overclocking.

EL EQUIPO DE PRUEBAS

Para poner el i5 750 a la máxima velocidad posible empleamos un motherboard Gigabyte P55-UD6. Se trata de un modelo especialmente preparado para el overclocking y el uso exigente. Eso se nota en la calidad de sus componentes, la flexibilidad y solidez de su BIOS y sus amplias capacidades de expansión. Pueden leer más sobre ella en la sección de laboratorio.
En cuanto a la memoria, utilizamos dos módulos A-Data de 2200+ MHz. En la práctica, no tuvieron problemas para desempeñarse a 2000 MHz.

TEMPERATURAS

En la nota principal de POWER #73, que dedicamos a evaluar las características y performance del Core i5 y Core i7 870, mencionamos lo pobre que resulta el cooler que viene de fábrica con estos procesadores. Debido a que en su configuración normal los chips LGA 1156 tienen una generación de calor muy modearada, Intel decidió equiparlos con un cooler que a primera vista resulta muy similar al que viene con los Core 2 Duo. Es decir, que es un
cooler económico, realizado en aluminio y con poca superficie de disipación. No obstante, este cooler cumple perfectamente su trabajo si se tiene al procesador funcionando en su configuración normal.
Ahora bien, si lo que se quiere es hacer overclocking, el cooler de fábrica pronto se revelará como un obstáculo más que como una ayuda. Por eso, para esta prueba de overclocking hemos utilizado un cooler especial, el Thermalright MUX-120, que tiene un costo en Estados Unidos de U$S 75. Sí, puede ser un costo elevado para una solución de refrigeración dedicada un micro de gama media, pero al ver los resultados de esta experiencia tal vez cambie ese pensamiento.

También en la nota:
-Resultados de benchmarks.
-Rendimiento.
-A-DATA XPG plus DDR3 2200+
-THERMALRIGHT MUX-120
-Conclusiones

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