17 febrero, 2016
Uber prepara su desembarco en Argentina. La compañía se encuentra en la búsqueda de 8 personas para cubrir puestos operacionales en el país; entre ellos un General Manager y un Marketing Manager.
Sin embargo, por ahora no hay una fecha tentativa para el inicio de las actividades en el país. En un comunicado enviado a la prensa local, Soledad Lago Rodriguez, Gerente de Comunicación para Cono Sur de Uber, aclaró: “Evaluamos la posibilidad de que más países cuenten con el servicio de Uber de manera regular, y Argentina no es la excepción, pero aún no contamos con definiciones sobre cuándo sucedería ni en qué condiciones. Por el momento, parte de las evaluaciones que llevamos adelante tienen que ver con la posibilidad de contratar talento especializado y por eso decidimos hacer públicas algunas posiciones.”
La incertidumbre pasa además por su coexistencia con los taxistas, que ya han impulsado reformas para evitar en Capital Federal la proliferación de este tipo de servicios. A fines de 2015, y a pedido de las empresas de radiotaxis, el gobierno porteño sancionó a los responsables de la app Easy Taxi con 5 años de inhabilitación por incumplir la Ley 3622 del Código de Tránsito y Transporte. Esta norma establece que los taxis solo pueden levantar pasajeros en la calles, en las paradas y por teléfono, mail u otros medios, pero siempre a través de una empresa de Radiotaxis.
Los conflictos con los taxistas no se circunscriben sólo al ámbito de la ciudad de Buenos Aires. En San Francisco (donde nació Uber), por ejemplo, la compañía de taxis más grande de la ciudad, con más de 530 vehículos en circulación, decretó la quiebra debido a la notable baja de usuarios en los últimos años, producto de la proliferación de servicios de Carpooling.
La actividad no ha sido más sencilla en otras grandes ciudades. Barcelona y París han sido solo algunas de las que han iniciado batallas legales contra la empresa, llegando a denunciar incluso a sus ejecutivos.
Desde Uber se defienden aclarando que ellos son solo intermediarios entre usuarios que ofrecen su transporte y otros que necesitan un vehículo para trasladarse, por lo que las restricciones impuestas a Easy Taxi no deberían repercutir en su negocio. Por lo pronto, la novela recién comienza.