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¿Beneficencia o explotación? Utilizan a indigentes como hotspots ambulantes


Clarence perdió su precario hogar por culpa del huracán Katrina y a partir de entonces vaga por las calles, sin empleo fijo y viviendo de limosnas. Dusty dejó de percibir su seguro de desempleo y está buscando trabajo con desesperación. Stacia lleva diez años viviendo en las calles, luego de marcharse de su casa huyendo de un marido abusador. Estas personas y muchas más fueron contratadas por la agencia de publicidad BBH para que funcionasen como “hotspots ambulantes” en las inmediaciones del SXSW.

Los indigentes circulan con una camiseta blanca con su nombre y un código especial para acceder a una red móvil 4G de alta velocidad a través de un dispositivo de corto alcance que ellos mismos llevan consigo. La “propina” o “limosna” mínima sugerida por el uso del servicio es de 2 dólares cada 15 minutos, y se puede pagar en efectivo, con tarjeta de crédito o a través de Paypal.

De acuerdo a lo informado por BBH en su sitio HomelessHotspots.org, lo que se pretende con esta iniciativa es “modernizar el modelo de venta de diarios y revistas por parte de indigentes, llevándolos a la era digital”. Desde ese punto de vista la idea resulta loable y bien intencionada.

Sin embargo, lo que levantó un gran revuelo fue que los vagabundos deben permanecer junto al usuario durante todo el tiempo que sea necesario para asegurar la conectividad, caminando a todas partes detrás de la persona que los contrató, lo que según algunos los convierte en “una simple pieza de hardware humano”. Por ejemplo, Tim Carmody de Wired opinó que “parece una oscura y perversa escena de ciencia ficción”. Por su parte, para Hugo Morales de FayerWayer “esto claramente está en la difusa línea entre generar utilidad real y denigrar a alguien”.

Mientras las críticas arrecian, los indigentes beneficiados se muestran conformes y de alguna manera se sienten útiles para la sociedad. “Todos piensan que me estoy humillando, pero yo no siento eso”, dice Clarence, al ser consultado por el diario The New York Times. “Me encanta hablar con la gente, y esto sólo es un trabajo honesto, me que permite contar con un pago diario”.

En principio el experimento de BBH solamente se pensó para cubrir el evento SXSW y por el momento se desconoce si seguirán adelante con la propuesta, especialmente luego de la avalancha de comentarios polémicos diseminados por la Red. Lo que no se puede negar es que cumplieron con creces otro de sus objetivos: “hacer que los sin techo estadounidenses dejen de ser invisibles”.

 

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