19 octubre, 2018
Las células de un ser vivo se comunican entre sí a través de un complejo sistema de señales moleculares. La información transmitida de esta manera a menudo es muy difícil de distinguir con precisión, pudiendo diferentes causas ofrecer un aspecto muy similar incluso a los equipos de detección más avanzados. Pero los datos son de gran valor porque sirven de indicadores de diversas enfermedades y problemas de salud.
Para superar esta dificultad los investigadores Jackson O’Brien y Arvind Murugan de la Universidad de Chicago han desarrollado un método de computación molecular que permitiría detectar los cambios en las señales de las células. La clave está en el seguimiento de las alteraciones producidas en el DNA a través de procesos de desplazamiento.
Esta nueva tecnología ya había despertado grandes esperanzas entre los científicos dedicados a la biología sintética. Lo más importante del trabajo de O’Brien y Arvind es que ahora es posible medir los desplazamientos con mayor detalle en aspectos que antes escapaban a la observación. El nuevo método de computación es capaz de leer los cambios producidos en el tiempo, los periodos en los que se producen y la duración de cada cambio.
Todo esto es complejo y merecería muchas líneas de explicación, pero lo más importante es que con estos datos sería posible fabricar maquinaria molecular que reaccione a esas alteraciones. Una de las posibilidades es el diseño de pildoras que suministren sustancias específicas ante la presencia de ciertos patrones de señales. Pildoras programables que reaccionarán de forma inteligente a las necesidades de un paciente.
Es posible que la tecnología todavía necesite mucho tiempo de desarrollo, pero es una puerta que se ha abierto y podría revolucionar la medicina.