23 septiembre, 2008
Si eras fanático de la serie de los 80 “El Auto Fantástico” y soñabas con tener un coche como ese algún día, Audi planea acercarse a convertir en realidad esa fantasía con Travolution, un receptor de semáforos que si bien no tiene la voz de Kitt, opera como complemento de un buen sistema GPS para no culpar a Dios, el Karma o el Universo en general de los desastres que normalmente ocurren sobre la calzada.
El proyecto de la compañía alemana parte de la idea de instalar pequeños emisores en cada semáforo que se encargarán de mandar por señal inalámbrica la frecuencia y patrón de cambio de las luces a un receptor integrado dentro de Travolution.
Así, el equipo a bordo del automóvil, interpretará la señal y avisará al conductor del tiempo que falta para que la luz se ponga en verde, al tiempo que calculará la velocidad ideal que debe disminuir o acelerar, para conseguir gastar el mínimo combustible posible y evitar esto de tener que parar y arrancar en cada esquina.
La marca de los cuatro aros ya lleva dos años de investigación y una inversión de 1.2 millones de euros en Travolution, invento con el que espera aportar fluidez a la conducción así como limar las asperezas imprevisibles de esta experiencia que bien pueden arruinarle el día a cualquier conductor.