25 septiembre, 2013
La tecnología que emplean los actuales astrónomos incluye telescopios poderosos que les han permitido captar las imágenes de cientos de galaxias. A decir verdad, cientos de miles. El problema se ha dado a la hora de clasificarlas dado que la tarea era enorme. Sin embargo, desde 2007 se ha implementado un programa de identificación masivo conocido como Galaxy Zoo. Para él se reclutaron ciudadanos-científicos que colaboraron con las tareas. El programa resultó tan exitoso que en 2009 se lanzó Galaxy Zoo 2 que duro unos 14 meses. Luego vinieron Galaxy Zoo Hubble y Galaxy Zoo Candels. El resultado ha sido un catálogo que es 10 veces más extenso que cualquier otro antes elaborado. Los interesados en la información recopilada y con paciencia para datos y datos pueden revisar el sitio con los resultados.
Los Galaxy Zoo fueron impulsados por varias universidades alrededor del mundo. El resultado ha sido la clasificación de un total de 300 mil galaxias a través de la colaboración de 84 mil voluntarios que completaron unas 16 millones de clasificaciones. El método de clasificación fue lo suficientemente sencillo como para que los voluntarios no necesitaran grandes conocimientos teóricos. Un sitio web les presentaba imágenes de una galaxia, luego se les hacía una serie de preguntas al respecto de su forma y características observables. De esta forma se lograba una descripción y clasificación. Como método de control cada imagen era analizada por varios voluntarios, en promedio se calcula que antes de cerrar una clasificación la imagen era revisada por 44 voluntarios.
El método de identificación es comparable al que se utiliza en muchos servicios de redes sociales en Internet. Se confía en un sistema simple y los números para equilibrar cualquier apreciación marginal y desacertada. Los encargados del programa señalaron que el trabajo todavía no puede realizarse de forma automática porque las computadoras todavía no son tan confiables identificando formas como el ojo humano. “Con los telescopios de gran poder estamos reuniendo una gran cantidad de imágenes que los astrónomos no pueden cubrir con clasificaciones detalladas. Nunca hubiéramos podido producir un catálogo como este sin la ayuda de tipo crowdsourcing del público”, señaló Lucy Fortson, profesora de física y astronomía de la Universidad de Minnesota.
Fuentes: Redorbit, Scitechdaily, Theverge