17 agosto, 2017
Este jueves, la Cámara de Agentes de Telecomunicaciones Móviles de Argentina (CATEMA) informó que en el primer semestre de 2017 se comercializaron un millón menos de dispositivos móviles respecto a igual periodo de 2016. De las 4,5 millones de unidades vendidas en 2016 se pasó a 3,5 millones. La baja en las ventas se tradujo en el cierre de más de 500 locales a nivel nacional y la pérdida de, aproximadamente, 2.000 puestos de trabajo en los últimos 9 meses.
En Argentina, los agentes oficiales de las operadoras representan el principal canal de comercialización de teléfonos celulares. Según CATEMA, el promedio de la caída en la facturación de este sector del comercio fue del 30 por ciento en el periodo comprendido entre enero y junio.
Una de las causas principales de la baja en las ventas se encuentra en el crecimiento de la venta informal. De 12 millones de unidades que se comercializan anualmente en el país, se estima que 4,5 millones son adquiridas en el mercado negro, que contempla el contrabando de equipos y la venta de celulares robados. Leonardo Rajchert, presidente de CATEMA, destacó: “Hay regiones particularmente más afectadas, las más cercanas a las fronteras, debido al crecimiento del contrabando. Afecta a todos, pero en especial a esas regiones”.
El elevado precio de los equipos también afectó al desempeño del mercado argentino. Jorge Giordano, gerente de la cámara, subrayó: “Actualmente, el segmento con mayor volumen de ventas es el de equipos de entre 2.000 y 4.500 pesos. Lamentablemente, en Argentina el precio final de los equipos es muy elevado. Chile, en comparación, tiene una importación directa más barata”. En este sentido, sugirió que se impulsen políticas que fomenten el consumo interno en conjunto con medidas que posibiliten bajar los costos de producción.
De cada al segundo semestre, Rajchert se mostró confiado en que mejore el poder adquisitivo y, en consecuencia, impulse los índices de consumo. “Estacionalmente, el segundo semestre tiene meses más fuertes que el primero, donde enero y febrero son históricamente los meses de menor consumo del año”. Por su parte, Giordano se pronunció en la misma línea, aunque pronosticó que difícilmente se logren superar los volúmenes del año pasado.