20 octubre, 2014
Son pocos los años que han pasado desde que perder un celular no era un problema. Hace menos de 10 años, cuando perdíamos nuestro equipo (lo que a estas alturas se denominaría un “dumbphone”), cuanto mucho, nos lamentábamos por haber perdido los contactos de nuestra SIM. El nuevo “dueño” solamente debía quitar nuestro chip, colocar uno nuevo, y el robo solamente pasaba a ser un mal recuerdo para nosotros y un equipo sumamente barato para la otra persona.
Pero el incordio se multiplica de forma exponencial hoy, cuando nuestros equipos móviles son parte integrante y determinante de nuestras vidas. El robo de nuestro smartphone supone la intrusión de una persona desconocida no solamente a nuestros contactos, sino también a nuestras cuentas de email y redes sociales, y en el peor de los casos, de nuestros datos bancarios.
Una buena noticia es que tanto los fabricantes como las operadoras acordaron recientemente en implementar el “Killer switch”, que permitirá borrar e inutilizar el equipo de forma remota ante la posibilidad de un robo. Esto se establecerá como norma para todos los equipos fabricados después de julio de 2015.
Pero hasta que ese momento llegue, y además de la siempre útil prevención (esto es, ser precavidos en la calle, o no olvidar los equipos en los asientos del transporte público), en caso de que finalmente nuestros equipos nos sean sustraídos, siempre podemos pedir un poco de ayuda a la tecnología actual e intentar recuperarlos. Y si esto no es posible, al menos impedir que los nuevos dueños puedan acceder a la información almacenada.
Aquí, algunas herramientas útiles en caso de que sustraigan nuestro iPhone o iPad:
La primera app útil es Find my iPhone, que permite localizar el equipo en un mapa, proteger nuestros datos, reproducir un sonido en alto volúmen (durante algunos minutos y sin importar si el equipo está silenciado), y bloquearlo de forma remota. Se trata de una app desarrollada por Apple, y con las últimas actualizaciones mostrará las últimas ubicaciones en las cuales estuvo el equipo previo a apagarse, por lo demás, el equipo debe tener habilitada la conexión a internet, ya sea mediante wifi o por datos.
Otra alternativa es GadgetTrack, que genera periódicamente reportes sobre la ubicación del teléfono, e incluso le saca fotos al ladrón, activando de forma discreta la cámara frontal del dispositivo (esta opción se habilita pagando un dólar por única vez). Esta app es paga (cuesta 4.99 dólares) y bloquea la opción para borrar apps, con lo cual quien sustrajo el teléfono no puede eliminar la app.
También podríamos utilizar DeviceLocator, que cuesta 3 dólares y habilita rastrear nuestro equipo en el mapa, sonar una alarma, tomar fotos del eventual ladrón y enviar mensajes sonoros.
Otra alternativa es Prey Anti Theft, que localiza el teléfono mediante GPS y triangulación de Wifi, y acumula información como el nombre de la red wifi a la que el ladrón está conectado, y además habilita tanto la cámara frontal como la trasera para mejor identificacion y pruebas en contra del ladrón. La parte negativa de esta app es que si bien es de descarga gratis, su suscripción anual cuesta 30 dólares.
Hidden Anti Theft es un servicio por suscripción (anual, de 20 dólares) que también rastrea nuestro equipo mediante GPS y geolocalización de wifi, y que incluye la activación de ambas cámaras para identificar al ladrón. Pero el detalle interesante es que para lograr una buena toma, la app activa una alarma falsa que obliga al portador a fijar su atención a la pantalla. En el momento en el que el rostro del ladrón está alineado a la cámara (es decir, leyendo la notificación), aparece un botón para desactivarla. Cuando este botón es presionado, se obtiene un perfecto retrato del autor del robo.
En vez de ayudarte una vez que te han robado, también se puede utilizar iGuard: Anti-Theft, que previene en su lugar el robo. La app cuesta alrededor de 1 dolar, y hace uso de los diferentes sensores del equipo (como el giroscopio) para evitar la sustracción: la app se activa y deja al teléfono en alerta por movimientos bruscos, de esta forma, si estamos en un café y alguien de repente toma el equipo y corre, se activa una alarma que usa la pantalla, el flash y un sonido alto. Esta alarma no se puede desactivar sin la clave de 4 dígitos del dueño.
Mobile Spy, por su parte, es un servicio que permite conocer todos los movimientos de nuestro dispositivo móvil. Mediante el pago de una cuota anual cercana a los 100 dólares, es posible monitorear todos los SMS enviados, los detalles de las llamadas, los lugares mediante el GPS, lista de contactos más usados, emails y sitios web, las fotos y videos y el uso en social media.
MotionAlarm es también una alternativa interesante, que permite setear una alarma que sonará de acuerdo al recorrido que haga el equipo. La app cuesta 2 dólares, e incuye además rastreo mediante GPS, el cual se informa periódicamente mediante email.
Por su parte, FindMyFriends (desarrollada también por Apple) no es precisamente una app de seguridad, pero gracias a que permite conocer la ubicación de nuestros amigos o familiares (ya que fueron conectados con nuestro equipo previamente), también es posible usar el mapa para rastrear el lugar adonde se encuentra nuestro equipo ante la eventualidad de un robo.
Una de las apps más completas es NotMyPhone, ya que combina funcionalidades de recuperación y de prevención. Esta app gratuita usa el giroscopio para detectar movimientos bruscos, mediante los cuales se activa una sirena y un patrón de colores en la pantalla. Además, la app usa el sensor de proximidad (ese que desactiva la pantalla cuando la acercamos a nuestra oreja para hablar), de forma que si dejamos el equipo bajo un diario, la app se conecta al sensor, y si de repente detecta que ese diario desaparece (como sería en el caso de un robo), se activa la alarma. Por otra parte, NotMyPhone saca fotos de la cara del ladrón y envía emails periódicos con la ubicación de nuestro smartphone.
Cabe destacar que si llegamos a necesitar alguna de esas apps, todas ellas serán totalmente inútiles si el GPS está desactivado. Es por ello que, como medida cautelar, siempre es buena idea setear nuestro iPhone para que se necesite una clave (en lo posible, una diferente a aquella que usamos para desbloquear nuestro equipo, ya que es posible que si se trata de un robo, el ladrón nos pida esa clave) para habilitar este tipo de cambios. De esta forma, el ladrón no podrá deshabilitar la opción de posicionamiento de nuestro equipo y al menos podremos ayudarnos a recuperarlo conociendo su ubicación.