19 septiembre, 2019
La Comisión Europea le ha reclamado a Apple el pago de unos EUR 13.000 millones (USD 14.400 millones). No se trata de un reclamo de último momento sino de una factura atrasada que la compañía había recibido en 2016.
Esta cantidad se acumuló luego de que los oficiales del viejo continente pusieran sus ojos en la manera en que la compañía se beneficiaba de ciertos acuerdos alcanzados en Irlanda. Es en dicho país donde se encuentra su sede europea.
La Comisión Europea considera que todas las ventas de Apple fuera de los Estados Unidos están vinculadas a sus dos sucursales en Irlanda.
Apple ha calificado al reclamo como un sin sentido. Daniel Beard, abogado de la compañía, ha apuntado que las actividades de esas dos sucursales no pueden ser consideradas responsables de casi todas las ganancias fuera de Estados Unidos.
La ventaja
Según la Comisión Europea los tratos que consiguió Apple le permitieron pagar menos impuestos en Irlanda durante más de dos décadas y de esta manera consiguió una ventaja frente a sus competidores.
Irlanda también ha salido al cruce de las acusaciones de la CE señalando que no se le proveyó a Apple de ningún tratamiento que no se le hubiera ofrecido a otra compañía tecnológica en Irlanda.
Aunque obtener un trato favorable no es un delito en sí mismo, puede ser parte de una infracción si se vulneran ciertas reglas de juego, no en este caso las de Irlanda, pero las de la Unión Europea. Las acciones que perjudican la competitividad dentro de los mercados son muy vigiladas en Europa, especialmente cuando involucran empresas estadounidenses.
La CE sostiene que Irlanda no tuvo en cuenta las funciones de las sucursales, ni los activos empleados en ella.