8 noviembre, 2018
Una de las industrias tecnológicas que ha crecido en los últimos años en Argentina es la de los videojuegos. En gran medida esto ha sido posible por el esfuerzo y la calidad de los profesionales involucrados, pero otro factor clave han sido los beneficios fiscales establecidos en la ley 25.922 promulgada en 2013. El problema es que el periodo de promoción contemplado en la ley termina a finales de 2019.
El régimen actual beneficia a todas las empresas de software y servicios informáticos mientras realicen investigación, desarrollo y exporten.
El potencial actual de la industria de videojuegos es muy grande. En Argentina existen más de 120 empresas dedicadas, ubicadas en varias provincias del país (Entre ellas Buenos Aires, Santa Fe, Rio Negro y Chaco). El 97% de los ingresos producidos por estas compañías provienen del exterior, principalmente de los mercados de Norteamérica, Asia y Europa.
Hasta ahora el mayor obstáculo que han encontrado las empresas del sector es la carencia de profesionales calificados. Pero a esto se han agregado algunas amenazas en el ámbito legislativo.
La Asociación de Desarrolladores de Videojuegos de Argentina ha señalado la necesidad de darle continuidad al régimen establecido por la ley 25.922. También ha señalado su preocupación ante los proyectos que consideran gravar la exportación de software durante 2019. Hasta ahora el gravamen que pretende imponer el gobierno es de ARS 4 por cada USD 1.
Martina Santoro, presidente de ADVA, señaló que este tipo de medidas perjudicará a la industria, dado que actualmente los productos argentinos no basan su competitividad en tener un precio menor, sino en la calidad.