22 enero, 2010
Diputados oficialistas y opositores del parlamento italiano denunciaron ante la Comisión Europea que la empresa sufre un clima de intimidación e ilegalidad: es por la amenza oficial de estatizarla.
El conflicto provocado por las presiones del Gobierno argentino para forzar la salida de Telecom Italia de la sociedad que controla a Telecom Argentina, generó en Roma una cerrada defensa, tanto empresarial como política, de la compañía.
Con una moción bipartidaria, cuatro europarlamentarios del gobierno y la oposición italianos presentaron ayer una interpelación ante la Comisión Europea a fin de saber qué va a hacer el Ejecutivo de la Unión Europea “para tutelar del clima de intimidación e ilegalidad del gobierno argentino, a las inversiones de una empresa que desde hace años está presente en el mercado de ese país”.
Por otro lado, el administrador de Telecom Italia, Franco Bernabé, declaró ayer al diario La Stampa, de Turín, que “no aceptamos interferencias de parte del gobierno argentino”.
Los cuatro eurodiputados son Gabriele Albertini y Maio Mauro, del partido de las Libertades que lidera el primer ministro conservador Silvio Berlusconi, y Gianni Pittella y David Sassoli, del partido Democrático, la principal fuerza de oposición de centroizquierda.
Los eurodiputados del parlamento de Estrasburgo enviaron también una carta al presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, y a los otros comisarios competentes, para enfocar la atención de Europa en el caso de Telecom Italia.
Según los cuatro legisladores, la sociedad de origen italiano es víctima “de una evidente violación del derecho” por parte del gobierno de la presidenta Cristina Kirchner, “que está causando un serio daño al patrimonio de un grupo italiano que opera con éxito en Argentina desde 1990”.
Para los eurodiputados italianos los “continuos abusos” en daño de Telecom, “causan evidentes perjuicios en términos financieros y de inversión a una sociedad de un país miembro, pero también graves riesgos para las eventuales decisiones de inversión provenientes de la Unión Europea hacia la Argentina”.
En sus declaraciones a La Stampa, Franco Bernabé declaró en nombre de Telecom que “hemos comenzado una valorización de la sociedad que dará resultados que esperamos sean positivos. Es claro que en este contexto no aceptamos interferencias por parte del gobierno” de la Argentina.
Bernabé aclaró que “nosotros no somos parte del contencioso. Lo son los socios de Telco y Pirelli. Tanto es así que el gobierno pide a ellos que se activen para que Telecom ceda Telecom Argentina con las modalidades y tiempos fijadas por el gobierno argentino”.
Según Bernabé, “este es un concepto que contrasta con los más elementales principios de cualquier código civil. No se puede pedir a los socios que obliguen a una sociedad a hacer algo que contraría sus intereses”. En la entrevista publicada en el periódico de Turín, el administrador de Telecom concluyó que “hasta ahora las autoridades judiciales nos han dado razón a nosotros”.
El Gobierno de Cristina Fernández considera que la participación indirecta de Telefónica de España en Telecom Italia configuró una situación de monopolio en Argentina, donde ambas compañías de capital europeo lideran el mercado de telecomunicaciones.
En función de esa lectura oficial, la comisión encargada de juzgar las conductas monopólicas dictó varias resoluciones que obligan a los italianos a vender su posición en la compañía argentina antes del 25 de agosto próximo.
Un fallo judicial frenó recientemente la resolución que ordena la desinversión, pero el organismo antimonopolios argentino anunció que apelará esa sentencia que recibió críticas desde el Gobierno.
Fuente: Clarín.