14 mayo, 2010
El jueves una campaña publicitaria sorprendió a todos los lectores de diarios del mundo anglosajón con un titular digno de las revistas del corazón: “Amamos a Apple”, con la firma de Adobe. En medio de una batalla comercial en la que Apple pretende seguir ignorando a Flash en el iPhone y la flamante iPad, los dueños del plugin multimedia se quejaron haciendo uso
La campaña dice arranca un decálogo por las cosas muy queridas por Adobe: “Nosotros amamos a Apple. Amamos la creatividad. Amamos la innovación. Amamos las aplicaciones. Amamos la web. Amamos Flash. Amamos a nuestros 3 millones de desarrolladores. Amamos la sana competencia. Amamos las pantallas táctiles. Amamos a los asociados de nuestro Open Screen Project. Amamos crear nuestro código una sola vez. Amamos todos los dispositivos. Amamos todas las plataformas”.
Pero la campaña remata con un párrafo visceral, letal: “Lo que no amamos es que alguien arrebate la libertad de crear, cómo lo creas y lo que tú experimentas en la Web“.
Pero Adobe también dejó ver su bronca a través de un comunicado firmado por sus co-fundadores, Chuck Geschke y John Warnock, quienes dijeron “cuando los mercados están abiertos, cualquiera que tenga una gran idea tiene la posibilidad de impulsar la innovación y encontrar nuevos clientes”, pero Apple va en la dirección contraria.
Esta campaña forma parte de una guerra virtual entre los gigantes de Internet que desean quebrar el paradigma de las plataformas abiertas. Primero fue Apple, quen dijo que Flash no funcionaría en sus equipos. Luego fue Microsoft, que afirmó que Internet Explorer 9 no lo soportaría, pero luego aclaró que fue un malentendido.
