18 enero, 2019
Amazon se ha convertido en uno de los proveedores de tecnología de reconocimiento facial para los organismos gubernamentales de seguridad de los Estados Unidos. Esta relación ha llamado la atención de grupos de libertades civiles, miembros del congreso, usuarios y empleados. Ahora parece haber alcanzado a los accionistas que han señalado su preocupación al respecto y pedido que la compañía deje de vender el programa Rekognition a las entidades de seguridad.
Un grupo accionistas ha enviado una resolución a Amazon para poner un alto a la relación establecida hasta que sea posible asegurar que la tecnología no afectará los derechos humanos de las personas. La petición sería sometida a votación en la próxima reunión anual.
El principal problema con esta relación es que la tecnología no es confiable. En Julio de 2018 la ACLU (Unión Estadounidense por las Libertades Civiles) reveló que Rekognition había emparejado a 28 miembros del congreso de los Estados Unidos con imágenes de una base de datos de 25 mil criminales. Las identificaciones eran erróneas.
El uso de la tecnología de reconocimiento facial, en general, ha despertado ya varios debates, tanto por su uso como por su confiabilidad. En China forma parte de un gran esquema de vigilancia que intenta implementar un esquema de puntaje social para controlar la conducta diaria de los ciudadanos. Cuando alguien pierde suficientes puntos también pierde algunos de sus derechos.
En el Reino Unido ha sido utilizada en algunos puntos claves de Londres. La identificación producida por el sistema de reconocimiento facial intenta en dicho caso ser un primer paso y debe ser confirmada luego por un oficial. Hasta ahora el sistema solo ha producido falsos positivos. También se ha cuestionado la actitud de la policía frente a quienes elijan taparse el rostro. Oficialmente no se los considerará sospechosos, extraoficialmente se ha reconocido que se convierten en sospechosos.