27 octubre, 2011
Desde hace un par de años Facebook genera controversias importantísimas. Su enorme popularidad lo hace objeto de odios y varios intentos por desbancarlo, pero la popularidad no desciende, a pesar de algunas bajas en los Estados Unidos.
Si vamos al competidor más resonante de los últimos tiempos, podemos nombrar a Google que con Wave, Buzz y el más reciente Plus intentó correrlo de su eje, pero con un resultado muy tibio hasta hora.
La gente de Unthink decidió ir derecho al grano, y se presenta abiertamente como una red social “anti-Facebook”, no desde el odio sino desde la disconformidad (aunque sus usuarios entren más motivados por lo primero). La primera impresión es la de una red social extremadamente visual. Las imágenes y los videos ocupan una gran superficie del navegador, y son el eje central de los contenidos. Otro elemento que se destaca permanentemente es la palabra “FREEDOM” (libertad). Éste es un concepto que decidió impulsar Natasha Dedis, su CEO, luego de leer las condiciones de uso cuando su hijo quiso hacerse una cuenta en la red social de Mark Zuckerberg. Allí descubrió que Facebook podía hacer uso del material que publicara su hijo con fines publicitarios, o incluso aplicar modificaciones con previo aviso. Eso no le gustó nada a Dedis, y así nación Unthink, donde el principal estandarte es la absoluta e innegociable propiedad de todo lo que publican sus usuarios.
Unthink no vende datos de los usuarios a las empresas interesadas en colocar publicidad, sino que es el usuario quien escoge una “marca” para patrocinar a través de su página personal. Esto abre un canal de comunicación alterno entre el usuario y la empresa, el cual es administrado por el usuario. Aquellos que no deseen asociarse a una marca, podrán abonar una cuota de U$S 2 por año para obtener acceso. De todas formas, los usuarios con cierta popularidad hasta podrían usar a Unthink para comercializar por su cuenta los contenidos que publican.
En este momento Unthink está en beta cerrada. Si bien está la opción de registrarse, en el último paso se nos pide un código de invitación, que recibiremos por mail cuando estemos habilitados a usarla. Así y todo, recibió 2,5 millones de dólares de financiación en esta etapa. Si bien será difícil que compita seriamente con Facebook, la alternativa no deja de ser interesante, sobre todo por esta interacción que podemos hacer con los propios auspiciantes que entren en el ruedo.