23 septiembre, 2011
¿En qué negocio no podría “meterse” Google a estas alturas? Pero de todas las variables, la que suena con más fuerza es la posibilidad de que la megaempresa absorba a algún operador de telefonía móvil, y así termine de dominar a un mercado que ya lo tiene casi a sus, pies con Android por un lado y la reciente adquisición de Motorola por el otro.
Sumemos: fabricación de celulares + sistema operativo propio + empresa de telefonía propia = ¡Un nuevo orden mundial!
Más allá de la broma, lo concreto es que esto cerraría un combo ideal, y de hecho algunos rumores dan por casi concretada la operación. Según se supo esta semana, estarían circulando una serie de tarjetas SIM instaladas en algunos equipos Nexus S, con el logo de Google+ y la identificación de “Google-ES” como operadora.
Los mismo rumores dan cuenta que efectivamente Google estaría haciendo pruebas de servicio para brindar telefonía móvil, con el agregado por supuesto de servicios como Google Voice. Por otro lado, que las tarjetas SIM estén probándose en España, es un claro indicador de que la intención no sería quedarse con una cobertura mínima en los Estados Unidos, sino expandirse vaya a saber uno hasta dónde.
Si esta semana conocimos a o11s, el proyecto para crear una red global gratuita de conectividad Wi-Fi, ¿sería muy disparato pensar en algo similar para la telefonía móvil, de la mano de Google?
Otra de las versiones habla de que Google podría empezar a operar como MVNO (Mobile Virtual Network Operator), o sea, una prestadora de servicios de datos para telefonía móvil, pero trabajando a partir de la estructura de empresas ya instaladas y operando. En otras palabras, que una empresa de telefonía celular pueda “tercerizar” sus paquetes de datos a manos de Google. Si los números cerrasen para las empresas, esto permitiría una expansión casi inmediata de “la gran G” en el mundo móvil.
¿Qué opinan? Conociendo al mercado de la telefonía móvil regional, ¿estaría la gente dispuesta a darle una chance a Google como proveedor de servicios? ¿En qué posición quedarían las ya existentes prestadoras si esto ocurriese?
