5 enero, 2009
Luego de la salida de Bill Gates, Microsoft se enfrenta a doce meses clave para su posición en el mercado informático, donde el lanzamiento oficial de su nuevo sistema operativo que podría empezar a comercializarse a fines de este año parece ser el caballo de batalla de la empresa con sede en Redmond.
En principio, la llegada de Windows 7 -cuya versión beta ya fue pirateada-, ofrece algunas novedades que lo diferencian de Vista, su predecesor, y que incluyen la interfaz, la barra de tareas que brinda una previsualización de cada una de las ventanas abiertas, y la posibilidad de maximizar una ventana con sólo arrastrarla hacia la parte superior de la pantalla, mientras que sólo tendremos que apartarla de ahí para volver a las dimensiones originales.
Sin embargo, más allá de estos detalles gráficos, destinados a entusiasmar a los futuros usuarios, la gran batalla de Windows 7 será poder olvidar el pésimo paso de Vista por las PCs de todo el mundo.
El sistema operativo sucesor del XP no recibió más que críticas desde su lanzamiento debido a su peso, consumo de recursos y lentitud a la hora de ejecutar tareas de lo más sencillas, a tal punto que Microsoft debió posponer la retirada del XP.
Volviendo a las características de Windows 7, se trata de un sistema que no solicita verificación para cualquier cosa, algo que los usuarios de Windows verdaderamente agradecerán, y parece que los problemas de pesadez y lentitud que soportaba Vista fueron solucionados en esta nueva versión.
En ese sentido todo indicaría que por fin Windows decidió escuchar a sus usuarios y configurar un sistema operativo que definitivamente los convenza y satisfaga, aunque también habría que preguntarse qué pasará con Windows Vista, que quedó como una especie de salame entre las rodajas del XP y Windows 7.
Según los analistas del sector, los usuarios podrían continuar usando sus XP, mientras que los que deseen dar un paso adelante podrán instalar directamente el Windows 7 para ahorrarse problemas.
¿Ustedes que opinan?
