11 agosto, 2011
Por estos días la PC está cumpliendo 30 años, y muchos de los que rondamos la misma edad biológica repartimos nuestra adolescencia entre tres amores: la computadora, la música y el cine. Y si hablamos de cine, ¿cuántas veces nos pasó de volver a casa con una revolución de ideas de la cabeza, a partir de lo que veíamos en la pantalla?
Personalmente dejé de llevar la cuenta de cuántas veces miré la trilogía Back to the Future, y me resulta imposible no trazar un paralelo entre muchísimos anuncios que hoy recibo en materia de tecnología, y lo que la película ya planteaba en la década de los 80´s.
Entre tantas cosas, una de las cosas que más me llamó la atención fue cuando el doctor Emmett Brown volvió de su primer viaje al futuro, con un DeLorean “tuneado” y la incorporación de Mr. Fusion, un reactor hogareño capaz de convertir la basura en energía eléctrica, con lo que reemplazó las costosas -y complicadas de conseguir- barras de uranio, que debía insertarle al “viejo” DeLorean para alimentar al condensador de flujos que permitía los viajes en el tiempo.
Lejos de esto, pero con parecidos muy coloridos, la empresa Lotus presentó un prototipo bajo el nombre de Exige 270E Tri-fuel: un vehículo capaz de mover su motor a partir de tres combustibles: gasolina, etanol y metanol.
Con el primer método (el tradicional), este Lotus es capaz de alcanzar los 208 KM/h a partir de su motor 1.8 de 4 cilindros, recorriendo 8,5 KM por litro. Hasta acá nada fuera de lo que todos conocemos. Lo interesante es cuando trabaja a partir del etanol y el metanol.
Al metanol lo obtiene a partir de la aislación del dióxido de carbono de la atmósfera, con lo que obtiene un sistema de combustión totalmente “limpio”. Lo llamativo es que al etanol lo puede obtener de restos de vino o de suero de leche (el mismo que se usa para hacer queso).
En resumen, si esto pudiera llevar a la práctica, bastaría con hacer una recorrida por las mesas luego de una fiesta para hacernos del combustible para volver a casa o, si están en un lugar más sano, recolectar los cartones de leche que ya pasaron su fecha de vencimiento.
Cabe aclarar que este prototipo está bastante lejos de poder ser llevado a la calle, y por ahora apenas sirve como herramienta de experimentación, aunque en un futuro, ¿quién sabe?. Quizás se escuche a alguien decir “¡no tiren las botellas que tengo que llenar el tanque del auto!”.