2 marzo, 2008
El nuevo objetivo que USERS se planteó en esta etapa es ser más cada vez “más web”. Por ello, en mi cabeza retumba una pregunta: ¿podemos vivir sin internet?
El eco del interrogante sigue dando vueltas en mi psiquis. “El hombre es un animal de costumbres”, decía el filósofo Karl Popper. Y en la era de internet, en el nuevo espacio digital, la costumbre se teje en base a clics y golpeteos de teclado. Hasta el tipo más tecnófobo sabe que no se puede contestar negativamente a esta pregunta.
Nos hemos acostumbrado a pagar nuestras cuentas, a consultar la programación de la TV, a informarnos y a informar, y a entretenernos vía internet. Y hemos logrado niveles de comunicación interpersonal nunca imaginados. Dependemos de internet, pero eso no es malo (o por lo menos, anormal), pues ya lo hacemos con otras tecnologías: el automóvil, la electricidad, el reloj y hasta el lenguaje (sí, es una tecnología también).
Un informe realizado por la organización PEW Internet en 2005 indica que el 88% de los hombres de EE.UU. utiliza motores de búsqueda, contra un 79% de mujeres. Pero lo más llamativo fue lo que admitieron el 34% de los varones y el 31% de las mujeres estadounidenses: “No podría vivir sin internet”. Es decir, que 3 de cada 10 estadounidenses no imagina una forma de vida que no incluya a la web dentro de su quehacer diario.
Ahora sí podemos ser sinceros: ¿podemos vivir sin internet?. ¿Podemos prescindir de enviarnos mensajes de correo electrónico, charlar por mensajería instantánea, buscar precios por internet? Yo soy, al igual que todos ustedes, un auténtico USERS, así que lo admito: “No, no puedo”. Por eso diseñé esta encuesta para ver qué servicios web son los que más adicción nos provocan.
