8 junio, 2011
Por estos días estamos todos expectantes de las novedades que nos están llegando de la feria E3, la más importante del mundo en materia de videojuegos, y que en la edición 2010 tuvo como gran protagonista a Kinect, el sensor de movimientos para Xbox 360, que adoptó finalmente ese nombre luego de llevar mucho tiempo el de “proyecto Natal“.
Durante la primera mitad de 2010 seguí de cerca el avance de esta nueva propuesta, hasta que finalmente decidí incorporarla a mi vida digital. Realmente en un principio la sensación fue de una grata sorpresa. Mis primeras experiencias fueron con Kinect Adventures (que suele venir en el kit) y Kinect Sports. Luego llegaron Kinectimals, Dance Central, Michael Jackson: The Experience y Game Party in Motion.
De todas estas propuestas, la que más le saca provecho al sensor de Xbox 360 es Kinect Sports. Se desempeña muy bien en cuanto a la precisión al momento de trasladar los movimientos del cuerpo al juego, aún en situaciones caóticas como una sala con gente detrás y niños corriendo entre nosotros y la consola. Pero eso no es todo, ya que el título propone un montón de variantes que dan ganas de retomarlo con cierta frecuencia.
En casos como Kinectimals, Dance Central o Michael Jackson: The Experience, el impacto es inicial, con un muy buen aprovechamiento del dispositivo, pero el entusiasmo se pierde rápidamente. No hay una curva ascendente en cuanto a los desafíos que propone el juego, y uno termina cayendo en una rutina que con el tiempo aburre.
Ya en títulos como Game Party in Motion rayamos el fracaso. Esta propuesta de Warner, que pretende ofrecer una importante cantidad de minijuegos de salón, no sólo que no supo cómo explotar las posibilidades de Kinect, sino que además le agregó todos los elementos que pudieran generar molestias y esperas, como una tonta barra de progreso que nos hace esperar desde que estamos listos para jugar hasta que finalmente podemos llevar adelante la acción. A esto se suma que el juego suele fallar muy seguido al interpretar nuestro movimiento, terminando en un acto fallido o en la nada misma.
[frasefuerza] Si vamos a pagar entre 50 y 100 dólares por un juego para Kinect, lo mínimo que podemos pedir es que le saque todo el jugo posible. A partir de la segunda mitad de 2011 esto puede empezar a tomar forma [/frasefuerza]2011: el año del software para Kinect
Luego de un año que evidentemente fue de prueba y error, creo que al fin los desarrolladores le encontraron la vuelta para ofrecer títulos que exploten más las bondades del sensor y, lo más importante, historias con argumento y curvas ascendentes.
Uno de ellos es Star Wars Kinect, donde podemos revivir escenas clásicas de varias de las entregas de la saga, pudiendo blandir un sable láser cual Jedi. Esto acompañado por buenos gráficos y efectos sonoros.
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=aRtZ5SqKPmI[/youtube]Otro es Ghost Recon: Future Soldiers, que usa Kinect para que, a través del movimiento de nuestros brazos y órdenes de voz, podamos desarmar y personalizar nuestras armas. Así, podremos montar y desmontar piezas a gusto, hasta lograr la combinación ideal para la misión que vayamos a afrontar. Podemos armar mixturas interesantísimas, y salir a probarlas en un campo de tiro antes de aventurarnos a la misión (usando obviamente nuestro cuerpo para movernos y disparar).
Vean el siguiente video y babeen el teclado.
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=Edkc8XE3hMI[/youtube]
En definitiva, lo que queda de 2011 va a estar muy bueno para, por fin, empezar a sacarle real provecho a estas tecnologías.