25 mayo, 2011
En materia de cámaras fotográficas, los equipos que permiten el intercambio de lentes son los que más nos acercan al profesionalismo. Debemos tener en cuenta que, por más que el sensor nos ofrezca una calidad superadora, el verdadero “ojo” de la cámara es la lente, encargada de recibir y procesar la luz que finalmente será plasmada en forma de imagen.
En las cámaras modernas, es el único sistema que todavía sigue siendo completamente físico y mecánico. O sea, compuesto por cristales y partes móviles, hasta ahora irremplazables cuando se busca calidad de imagen.
La posibilidad de intercambiar lentes en una cámara está asociada a la adaptación de la misma a las diferentes condiciones que requiera la captura de la imagen.
Las cámaras compactas (pocket) cuentan con una única lente que se configura para funcionar de manera “correcta” ante la mayoría de las situaciones, con algunos retoques digitales para adaptar la toma con mayor precisión.
En cambio, en las cámaras tipo réflex la lente se puede cambiar, modificando todo el sistema óptico según nuestras necesidades. Así, podremos usar una lente para obtener un zoom de gran potencia (teleobjetivo), otra para captar una imagen lo más abarcativa posible (gran angular), u otra para fotografiar objetos muy pequeños (macro). A éstas a su vez se le pueden adosar filtros para reducir el encandilamiento de la luz solar, lograr colores más vivos, evitar el reflejo de cristales o incluso generar imágenes 3D.
Por supuesto que el intercambio de lentes no está pensado para aquel fotógrafo ocasional que lleva su cámara y quiere rápidamente obtener una imagen de algo que lo toma por sorpresa. Para eso tendremos una lente estándar, y adicionalmente podremos cargar otras lentes para aquellas imágenes para las cuales tenemos tiempo de preparación.
La propuesta de la DMC-GF2
El uso de una cámara con lentes intercambiables implica generalmente el acarreo de un equipo de gran porte, incómodo para los que no siempre cuentan con un bolso exclusivo para llevar la cámara. Por eso Panasonic pensó en diseñar un modelo lo más compacto posible, con un tamaño de 112.8 x 67.8 x 32.8 mm y un peso de 265 gramos. Esto, aclaramos, es sin contar el posible lente adicional que le podamos adosar. Son los valores en su modo “estándar”. En la medida que agreguemos accesorios, el peso y el tamaño se incrementarán proporcionalmente. De todas formas, es sin dudas una de las cámaras con lentes intercambiables que ha conseguido la mayor reducción de tamaño vista hasta el momento.
El cuerpo está fabricado en aluminio y disponible en color negro, plata, blanco, rojo y rosa. Su estructura nos recuerda a viejas cámaras de rollo comunes en la década de los 80´s, e incluye dos tipos de flash: uno integrado con mecanismo emergente de manera que actúe por encima de la lente, y la posibilidad de anexar uno externo a través de su zapata estándar.
En la parte frontal encontramos un botón que libera la lente para el intercambio, mientras que en la parte superior están el disparador, el botón que acciona la grabación de video, la llave de encendido y dos micrófonos para la captura del sonido en estéreo.
En la parte posterior se encuentran los botones de configuración característicos, y una pantalla táctil de 3 pulgadas que nos hace una vista previa del 100% de la imagen a capturar, sistema conocido como Life-View. A su vez esta pantalla permite ser configurada con 7 niveles de brillo y color, de manera que podamos adaptarla a las condiciones de trabajo en las que nos encontramos.
Características
El sensor incluido en la GF2 tiene una capacidad efectiva de 12,1 megapíxeles, con la posibilidad de alojar las imágenes en formato JPG (estándar), RAW (profesional) o MPO (para imágenes 3D, en tanto se le incorpore la lente correspondiente). Las fotografías pueden ser tomadas en las relaciones de aspecto 4:3, 3:2 o 16:9 (widescreen).
El equipo también está preparado para grabar video, con una calidad Full HD (1080i), bajo los formatos AVCHD y Quicktime Motion JPEG.
Todo esto es almacenado en tarjetas flash, a través de su ranura compatible con los formatos SD, SDHC y SDXC.
El foco puede manejarse de forma manual (usando el mecanismo de la propia lente) o automático. Una función interesante es la que nos permite usar la pantalla táctil para tocar sobre el rostro de una persona, e indicarle así que el foco se haga puntualmente sobre éste.
Si usamos el modo de foco automático general, el equipo es capaz de tomar hasta 23 puntos de referencia de manera que nada en la imagen pierda protagonismo.
Respecto a la sensibilidad ISO, que permite ajustar la capacidad del sensor para capturar imágenes de acuerdo a la luz ambiente, se puede programar en un modo automático/ingeligente, o con valores que van desde 100 hasta 6400 ISO.
En cuanto al tiempo de apertura del diafragma, puede ser regulado para actúe a una velocidad de 1/4.000 a 60 segundos.
En ambos aspectos, los parámetros son muy superadores respecto a otros equipos similares.
Conectividad y batería
La GF2 cuenta con un puerto USB 2.0 para la transferencia de imágenes a la computadora, aunque éste está en creciente desuso debido a la posibilidad de retirar la tarjeta de memoria para leerla directamente a través del lector de la computadora.
En cuanto a la salida de video, dado que el equipo graba en alta definición, se le incorporó una conexión mini HDMI, aunque el cable correspondiente no forma parte del paquete.
Para la visualización en pantallas estándar, también tenemos una salida A/V, en este caso con el cable sí incorporado.
Su batería es un pack recargable (para lo cual se incluye el cargador externo), con una potencia de 1.010 mAh, lo que nos da una autonomía de unas 300 fotografías.
Conclusión
Un equipo que difícilmente decepcione al fotógrafo profesional, pero que además le dará la posibilidad de contar con una cámara de fácil uso para cuando se deban sacar fotografías en situaciones de apuro, o haya que delegar su manejo a alguien que no sea experto. En este sentido, la interfaz de usuario que se ofrece a través de la pantalla táctil es de las más amigables que podemos encontrar en el mercado.
Si les interesó el equipo, pueden obtener todavía más información en la edición #111 de la revista Dr. Max.