3 junio, 2008
Un equipo de investigadores del Departamento de Estudio de Máquinas de la Universidad Carnegie Mellon de Pittsburgh (EE.UU.) unió la neurociencia y la informática para conseguir algo que parecía circunscribirse al ámbito de la ciencia ficción: lograr que una PC descifre lo que un ser humano está pensando de forma concreta.
El avance científico fue publicado en la revista Science y según sus creadores, además de sus fines médicos, ayudará para comprender mejor cómo y dónde se sitúa la información en el cerebro.
Los responsables del proyecto, el neurocientista Marcel Just y el científico computacional Tom Mitchell, señalaron que el procedimiento consistió en la utilización de una PC y de resonancias magnéticas funcionales, la última novedad en el campo de imagen cerebral, que escanean el cerebro de forma que su actividad se puede ver en tiempo real.
Para llevar a cabo el experimento, utilizaron nueve estudiantes voluntarios que tuvieron que pensar en 58 sustantivos diferentes, mientras que se iba captando la imagen de la actividad cerebral.
Una vez obtenidas estas imágenes y almacenadas en la PC, se realizó el proceso a la inversa: partiendo de una imagen cerebral de alguno de los voluntarios captada previamente, la computadora fue capaz de asociar dicha imagen con la palabra que el voluntario había pensado antes.
De acuerdo a los investigadores, el equipo realizó algunas asociaciones de palabras e imágenes cerebrales con un 70% de concordancia, aunque también reconocieron que todavía queda mucho camino por recorrer para llegar a una lectura cerebral más compleja y rápida.
La siguiente apuesta está en la combinación de sustantivos y adjetivos y ver sus resultados, pero los expertos destacaron que la importancia de este estudio radica en que “sus efectos podrían mejorar la calidad de vida y los tratamientos de quienes tengan desórdenes lingüísticos o pocas capacidades para aprender”.
Cabe destacar que Microsoft también presentó a fines del año pasado una patente de un sistema capaz de tomar nota de las sensaciones que le crea a las personas lo que están viendo en la pantalla de sus PCs, aunque no con fines científicos, sino buscando que sus programas se amolden de una manera más realista a la mente de los usuarios.