2 mayo, 2011
Invitado para participar del Foro Nacional de Telecomunicaciones Argentina Conectada 2011, el secretario general de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), Hamadoun Touré, se deshizo en elogios con la iniciativa gubernamental para construir un mega corredor de banda ancha y especialmente destacó las inversiones en “investigación y desarrollo que tienen un muy alto nivel” y la “industria de desarrollo del software”, dónde no sólo hay un “elevado nivel operativo sino conceptual”.
“Vengo regularmente a la Argentina para ver el avance de las experiencias y así poder compartirlas con otros países”, remarcó el funcionario de las Naciones Unidas. Para Touré, Argentina está en un “punto de inflexión de la historia”, con la implementación de los programas Argentina Conectada, ARSAT, los proyectos de fibra óptica, la conectividad rural y la televisión digital.
“Está llegando la digitalización y la banda ancha es el futuro“, afirmó Touré para agregar que “la primera década de este siglo estuvo marcada por la -telefonía- móvil, la segunda década lo estará por la banda ancha y especialmente por la banda ancha móvil, porque la gente va a estar conectada y en movimiento”.
“Me complace que la Argentina tiene un muy buen plan, no sólo en el desarrollo de infraestructura sino en la relación con el sector privado para la entrega de la banda ancha -al usuario final- y el desarrollo del contenido”, agregó. “Al igual que el teléfono en el pasado, la banda ancha no es un lujo, es una necesidad“, remarcó.
Una necesidad de cambio a nivel mundial
La visita del funcionario de la ONU también dejó unas líneas para reflexionar. El secretario aseguró que si los países no acuerdan un cambio profundo en la regulación del sector de las telecomunicaciones, en cinco años se desatará una crisis que podría ser incluso peor que la financiera.
“Si no logramos acordar un cambio profundo en la regulación en la Cumbre de noviembre de 2012, cinco años después tendremos una crisis en el sector de telecomunicaciones peor que la crisis financiera reciente”, afirmó. Para el invitado de honor, la preocupación central estará en la posibilidad de “modificar” las regulaciones vigentes a nivel mundial ya que las normas internacionales de regulación de las telecomunicaciones parten “de 1998 del acuerdo de Melbourne”, cuando todavía no había internet y la comunicación móvil era incipiente.
En el acuerdo de Melbourne, cuando era secretario general de la UIT Pekka Tarjanne, se recomendó a los países integrantes establecer en sus regulaciones cuestiones básicas como el respeto a la competencia, la interconexión el servicio universal, el carácter independiente del regulador. Touré recordó que al momento de establecer aquellas normas internacionales la gran mayoría de los países había iniciado el proceso de privatización o al menos la apertura del mercado para que entren nuevos jugadores y las telecomunicaciones dejaban de estar sólo bajo la administración estatal.
Una diferencia práctica de la realidad de 1998 a nivel global y la actualidad es que “en 1998 los datos y el video estaban separados, hoy están combinados; por eso cambiaron las reglas de juego”. “En ese entonces el precio de una comunicación se establecía en la distancia, el tiempo y la ubicación. Hoy tenemos bits y bytes, la voz, los datos y video son uno solo, un carrier televisivo (cablero) puede ser un cariar telefónico y viceversa y pronto un cariar de electricidad puede ser un proveedor de comunicaciones”, describió el especialista.
Por todos estos cambios “estamos hablando de una conferencia de muy alto nivel” la que en noviembre del año próximo discutirá las bases de la nueva reglamentación. La Cumbre de regulación “puede tener un nombre neutro”, consideró Touré para agregar que detrás de las definiciones que se alcancen en esa reunión “está todo el comercio internacional en las telecomunicaciones y la tecnología de la información y la comunicación en general”.
Respecto de dónde se realizará esta Cumbre Touré aclaró que todavía hay dos países negociando ser la sede del encuentro, “pero si no hay un acuerdo este año, la Cumbre se celebrará en Ginebra”, dónde está la sede de la Unión Internacional de Telecomunicaciones.
Aparte de la nueva regulación uno de los ejes de la agenda de Touré es la ciberseguridad especialmente en lo que se refiere a la protección de los menores. Su meta es alcanzar la firma de un “Tratado de cíber paz” en el que los países se comprometan a que haya paz antes de guerra, a darle acceso a la red a sus ciudadanos al menor costo posible, a no alojar terroristas ni criminales, a trabajar con otros países para rastrear a los criminales y a no atacar a otros países primero.
“Porque las cíber armas son como las nucleares y ya no hay más superpotencias, cada uno de los ciudadanos de este planeta es una superpotencia por eso no hay que descartar a nadie, hay que trabajar juntos”, señaló.