14 abril, 2011
CPU ARM Cortex A8 | 512 MB de RAM | 32 GB de alojamiento externo | Pantalla de 3,7” con Gorilla Glass | Bluetooth 2.1 | Batería de 1.540 mAh | Peso: 118 gr | Acelerómetro | Brújula digital | Sensor de proximidad | Versión de S.O.: 2.1 (actualizable a 2.2)
Antes que nada hay que señalar que el Motorola Defy es un teléfono muy resistente, y puede soportar cierta dosis de maltrato que en otros dispositivos sería fatal.
El agua, los rayones y el polvo no son las amenazas que eran; incluso algunos golpes pueden ser absorbidos sin mucho perjuicio. Si somos aficionados a la alta tecnología, pero de manos torpes, esta es una gran opción.
Ahora bien, Defy es un gran teléfono más allá de su solidez. Tiene detalles sencillos, pero que marcan un diseño bien pensado. Por ejemplo, el sistema CrystalTalk reduce el ruido ambiente y amplifica nuestra voz para que podamos hablar sin tener que recurrir a los gritos, aún cuando cruzamos por avenidas y obras en construcción.
La identificación de las llamadas se realiza con timbre e imagen, y los contactos se agrupan en una lista unificada. Y para una mayor comodidad también podemos marcar por voz, sea con el nombre del contacto o el número.
La importancia, dada a las redes sociales, se puede ver en el sistema de widgets para los distintos servicios de mensajería.
En el aspecto multimedia el Defy resulta más que aceptable, dado que tiene una cámara de 5 MP con zoom digital de 8 aumentos, y puede grabar y reproducir video a 30 FPS en una resolución de 640×480. Para los archivos de música utiliza Android Media Player y tiene radio con RDS.
Este teléfono posee siete pantallas personalizables y viene con fondos precargados. Y si no nos gusta ninguno, podemos descargar otros para darle un toque más personal al dispositivo.
A favor
- Resistente al daño
- Reduce el ruido ambiente al hablar
En contra
- Estética demasiado sencilla
- Puede desarrollar problemas con el sonido
