21 diciembre, 2010
En los últimos años, la competencia en el mercado de telefonía móvil en México ha sido prácticamente cosa de dos, América Móvil y Movistar, y ahora los problemas económicos del tercero en discordia, Iusacell, lo hacen más patente todavía.
Y es que la operadora celular comprada en 2003 por el magnate mexicano Ricardo Salinas ha sido incapaz de ganar cuota de mercado de forma continuada en los últimos años.
La falta de éxito comercial llevó a la compañía a reestructurar su deuda hace cuatro años y ahora vuelve a estar en la misma situación.
Por eso, la operadora ha pedido acogerse a la ley de bancarrota del país para buscar una protección mientras reestructura sus deudas con los acreedores.
Según la compañía, sus problemas se deben a que cobra a los usuarios en pesos, mientras que su pasivo está en dólares, lo que provoca constantes descompensaciones. Un juez tendrá que decidir en los próximos días si acepta la petición e inicia el proceso.
Mientras duran los trámites, Telefónica y el líder del móvil mexicano, la compañía de Carlos Slim América Móvil, volverán a tener el mercado prácticamente para ellos solos, ante las restricciones para invertir y gastar en actividad comercial de Iusacell.
Fuente: Cinco Días