3 noviembre, 2010
Según un estudio realizado por Signals Telecomm Consulting entre 80 operadores móviles de países de América Latina, México se ubica de la mitad de la tabla hacia arriba en este índice, el cual mide la relación de tarifas de acceso a banda ancha móvil con el nivel que se tiene en salario mínimo en cada nación.
En el país, cuatro de cada 10 mexicanos ganan hasta dos salarios mínimos, poco más de 16 millones de trabajadores, según el INEGI.
Los datos de la firma de consultoría con cobertura regional, revelaron que en los planes de mayor capacidad, México se ubica entre los países en donde se requiere un mayor número de días de trabajo para que una persona pueda pagar estas conexiones.
Así, un mexicano que gana el salario mínimo necesita destinar de 5 a 10 días de su sueldo para poder pagar un servicio de internet de banda ancha móvil, mientras que en países como Panamá, Argentina, Costa Rica, Paraguay, Colombia y Venezuela el precio de estas conexiones equivale a menos de dos días de este tipo de percepciones.
La renta en planes por el servicio de 10 GB, ofrecidos por Telcel y Iusacell, equivale a 10.42 veces el salarios mínimo que se ubica en 57.46 pesos en el país.
“Es claro que los salarios mínimos en los mercados de América Latina reflejan un poder adquisitivo extremadamente bajo que imposibilita la contratación de servicios avanzados de telecomunicaciones como la banda ancha móvil, y hace casi imposible la obtención de un dispositivo como computadora o celular que tenga la capacidad de conectarse a internet”, dijo José Otero, presidente de Signals.
José Otero también mencionó que se espera que estas tarifas se reduzcan de manera gradual en todos los mercados de América Latina, conforme incremente la penetración de los servicios de banda ancha móvil.
Asimismo, el ejecutivo destacó que el índice elaborado por Signals Consulting sobre la relación de las tarifas de acceso a banda ancha móvil con respecto al salario mínimo entre operadores, en los mercados de la región, tiene el objetivo de servir a los gobiernos para hacer sus comparaciones al momento de adoptar medidas de acceso universal.
Fuente: El Universal