26 marzo, 2010
El gobierno chino envió a algunas de las agencias de medios más importantes una lista de instrucciones que describen específicamente cómo deben cubrir o no la situación entre Google y China.
Las indicaciones comienzan diciendo que la retirada de Google del mercado chino es un incidente de alto impacto que provocó debates entre los usuarios de Internet que no se limitan a un nivel comercial. “Por lo tanto, presten especial atención a los siguientes requisitos para el contenido durante este período”:
La primera de las instrucciones realmente lo dice todo: “Usar sólo contenido de los medios principales (página Web) del Gobierno Central; no usar contenido de otras fuentes”.
Las disposiciones a partir de ahí indican a los medios chinos que usen el título asignado por el gobierno, hagan referencia únicamente a los principales sitios web de noticias de éste y controlen todos los debates.
Además, en la sección sobre la cobertura de medios web o sitios online interactivos se explicita que no se permiten los debates ni las investigaciones sobre el tema de Google y las secciones interactivas no deben recomendar este tema, ni situar éste y otros relacionados en las primeras posiciones.
Asimismo, todos los sitios web deben retirar el texto, las imágenes, sonido y videos que ataquen al partido, a las agencias gubernamentales, y a las políticas de Internet con la excusa de este evento.
Adicionalemnte, todos los portales deben retirar el texto, las imágenes, sonido y videos que apoyen a Google, le dediquen flores a Google, pidan a Google que se quede, animen a Google y a otros que expresen una posición contraria a la política del gobierno.
Da la leve impresión de que todo lo sucedido tiene poco que ver con la libertad de expresión y con Internet. Aunque, en realidad, si se mira bien, no existe una libertad de expresión absoluta en ningún lugar del mundo. En la práctica uno no puede decir lo que quiere y cómo quiere para no herir susceptibilidades.
Por ejemplo, en EEUU la palabra “negro” es tabú, en los países islámicos prohíben las representaciones gráficas del profeta Mahoma y en todos los países multiétnicos se cuida al máximo la relación entre diversos grupos étnicos, incluido China, donde hace poco tuvieron lugar ataques contra la comunidad Han en la región autónoma del Tíbet y de Xingjian Uighur.