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México y los desafíos del 3º período de “apagón analógico”


La transición de la televisión analógica a la televisión digital terrestre (TDT) podría no generar grandes ventajas para las televisoras al contar con pocos canales en televisión abierta, mientras que el costo de dispositivos podría frenar el llamado “apagón analógico”.

“Quitar los canales de televisión abierta no representa una gran ventaja para los operadores, aunque llegan a una gran cantidad de gente es un mercado pequeño. Además, los operadores pueden obtener mejores márgenes a través de otros formatos (como es la televisión de paga)“, afirmó Rogelio Bustamante, especialista en telecomunicaciones del Tecnológico de Monterrey, Campus Ciudad de México.

“La TDT es una nueva tecnología que permite mejorar la calidad del servicio al público, impulsar la convergencia tecnológica, favorecer la generación de economías de escala y la futura optimización del uso del espectro“, de acuerdo con la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel).

Según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) del total de familias mexicanas con televisor digital, 1.6 millones (46.6%) cuenta con potencial de recibir servicio abierto de TDT, ya que los restantes 1.9 millones de hogares (53.3%) hacen uso del servicio restringido o televisión de paga.

“El reto está en que las pantallas y los equipos para la televisión digital están acotados para un cierto público, que tiene la posibilidad de comprarlos“, dijo el catedrático del Tecnológico de Monterrey.

De acuerdo con el Calendario de Obligaciones de dicha transición, México se encuentra en el tercer periodo (del 1 de enero de 2010 al 31 de diciembre de 2012), en el que se estima la presencia de señales digitales no comerciales y comerciales en zonas de cobertura de 1.5 millones de habitantes.

En junio de 2009 Estados Unidos culminó la transición a la televisión digital, con la réplica de sus más de 1.700 estaciones; en la Unión Europea se espera que el “apagón” se dé por completo en 2012, y en América Latina, Argentina y Brasil podrían cambiar hacia las señales digitales entre 2016 y 2019.

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