15 diciembre, 2009
Del total de la Población Económicamente Activa (PEA), por lo menos 2.5% se dedican al teletrabajo pese a que la Ley Federal del Trabajo y el Inegi no contemplan esa modalidad, por lo que se carece de estadísticas oficiales al respecto.
Rebeca Martínez Sánchez, doctorante de la Facultad de Contaduría y Administración de la UNAM, explicó que en esa variante el empleado trabaja en una sede distinta a lo que se conoce como empresa u oficina, normalmente su hogar, y se caracteriza porque se apoya en tecnologías de la información.
Según un comunicado emitido por la Universidad Nacional Autónoma de México, la economista detalló que el trabajador vive de esa actividad y en ese sentido la considera su ocupación formal y principal fuente de ingresos.
La especialista detalló que el teletrabajo se puede clasificar de acuerdo con el lugar donde se ubica: la casa u otro sitio que no sea la oficina, o bien si se hace de manera individual o colectiva.
En el primer caso se sitúa en su hogar, con un equipo, y en el segundo se ubica en los llamados ‘call center’, que sí están contabilizados en las estadísticas porque son empleos tradicionales en el que las oficinas completas están en un lugar remoto a la sede de la empresa.
Según publica El Universal, a decir de la economista esa opción laboral ha reportado importantes reducciones en los costos y un aumento en la productividad de las empresas.
La disminución reside, en buena medida, en que en la mayoría de los casos el empleado paga con su sueldo los insumos para hacer su labor como electricidad, Internet, teléfono, computadora, impresora e incluso la renta del lugar donde labora, que es su propia casa.
También es conveniente para el trabajador porque no debe trasladarse diariamente a su lugar de acción, tiene flexibilidad de horario y casi no se presentan distracciones para realizar sus actividades, lo que eleva la productividad, describió la investigadora.
‘Se sabe que los rangos de sueldo que se pagan oscilan entre 15 mil y 50 mil pesos mensuales‘, subrayó la doctorante, que realiza su tesis de grado sobre ese tema asesorada por el académico Ricardo Varela Juárez, también de la máxima casa de estudios del país.
