14 diciembre, 2009
Lejos de los escenarios que planteaba la Guerra Fría, ahora Rusia, Estados Unidos, y un comité de control de armas de las Naciones Unidas trabajan juntos para fortalecer la seguridad en Internet y limitar el uso militar del espacio cibernético, en lo que supone el primer acercamiento entre los dos países para abordar los riesgos de una futura guerra cibernética.
Según The New York Times, funcionarios estadounidenses y rusos están trabajando coordinadamente con Naciones Unidas para luchar contra las “ciberarmas”, que en los dos años recientes, se multiplicaron por miles y fueron empleadas para atacar sistemas informáticos de los gobiernos y de corporaciones.
El pasado mes de noviembre, Estados Unidos acordó discutir la guerra cibernética y la seguridad cibernética con representantes de la comisión de las Naciones Unidas sobre desarme y seguridad internacional.
La intención del presidente de esa nación, Barack Obama, también es romper con la administración Bush, que se negó a hablar con Rusia sobre cuestiones relacionadas con los ataques militares a través de Internet.
Los rusos habían declarado que los crecientes problemas planteados por las actividades militares a las redes informáticas civiles pueden ser mejor abordados por medio de un acuerdo internacional, similar a los tratados que limitaron la proliferación de armas nucleares, químicas y biológicas, pero hasta ahora Estados Unidos se había resistido, argumentando que era imposible trazar una línea entre los usos comerciales y militares de software y hardware.
De acuerdo a Veni Markovski, responsable para la distribución de dominios web en Rusia, “en los últimos meses se han producido signos que llevan a pensar en la creación de una base para la cooperación entre Estados Unidos y Rusia. Esto demuestra que los peligros del cibercrimen son demasiado grandes como para obviarlos“.
Asimismo, Víctor Sokolov, director del Instituto para la Seguridad de la Información, adelantó la “percepción” del cambio de política estadounidense en los últimos meses. “Se ha producido un movimiento. Las conversaciones tuvieron lugar en una buena atmósfera y hemos acordado seguir adelanto con este proceso“.
