18 noviembre, 2009
Un estudio realizado por Nokia, en asociación con el Departamento de Investigaciones de Gemelos de Kings’ College en Londres, develó una sospecha que muchos de nosotros venimos escuchando desde antaño: no sólo la crianza de los seres humanos determina sus gustos musicales, sino también su naturaleza.
El estudio analizó el consumo musical 4.000 gemelos aproximadamente, y a partir de este análisis, obtuvo conclusiones acerca de la influencia de los genes y también del entorno personal en el gusto musical.
A resumidas cuentas, el estudió dejó en claro que nuestros genes influyen en un 55% de nuestro gusto musical, aunque influyan en un 25% a la hora de motivarnos a escucharla. Es decir, nuestro ADN es más fuerte que nuestra experiencia personal, y lo que pueda llegarnos a ocurrir a nivel invididual. Esto no es ninguna novedad en el ámbito científico (que el ADN sea más fuerte que nuestras propias decisiones y vivencias), pero sí lo es en este aspecto puntual de los gustos musicales (aspecto poco o nulamente investigado por la ciencia).
Personas calificadas para comentar al respecto, como Adrian North (profesor de Psicología de Heriot Watt University), señala que “puesto que hasta el 50% de nuestro gusto musical es predeterminado, parece que hay argumentos sólidos a favor de la existencia de genes musicales”.
Los géneros musicales que más influyen en las personas a partir de su ADN son el pop, la música clásica, el rap y el hip-hop. A partir de este dato, ya nadie puede dudar que artistas como Madonna han nacido con el pop en las venas, o quizás hasta los míticos Run DMC. Los géneros más resagados al momento de influir desde nuestra genética hacia nuestras vidas, son la música country y tradicional. Debemos ponernos de pie, entonces, y aplaudir a los poderosos folkloristas de nuestro país, que debieron luchar desde los escenarios con el ácido desoxirribonucleico de sus fanáticos para poder gustarles, ya que es poco probable que estos últimos hayan sido concebidos con una inclinación innata hacia ese tipo de música.
Particularmente, siempre estuve convencido de la influencia genética en nuestros gustos musicales, pero ahora que estoy avalado por Nokia, no tengo otra alternativa que salir a gritarlo a las calles. Al margen de esto, necesito dejar abierta a los lectores una serie de preguntas: ¿Por qué Nokia ha dejado afuera de su estudio géneros tan importantes e influyentes de la música contemporánea como la cumbia y el reggaeton? ¿Y la música electrónica? ¿Qué lugar se les concede a los amantes del Ñu Metal? ¿Es que no los consideran música? Oh, Dios…
Federico Gracia ¼
