13 junio, 2019
Un reciente reporte de Wired ha revelado que durante 2018 Jigsaw, una empresa subsidiaria de Alphabet (que es también la compañía madre de Google), le pago a un trol ruso para que realizara una campaña de desinformación.
No es lo que parece
Pero Jigsaw no tenía ningún objetivo maligno, la operación fue parte de un experimento social. A principios de 2018 la empresa creó un sitio falso en el que se cuestionaba la figura de Stalin y se preguntaba si debía ser recordado como un héroe o un criminal. A continuación la empresa buscó en los mercados negros rusos los servicios que ofrecían seguidores falsos y retuits pagos.
Finalmente encontró lo que buscaba, un servicio que no aparecía listado pero que sabía que estaba disponible. SEOTweet realizaría una campaña de desinformación por unos USD 250. Con tal suma se conseguían 730 tuits atacando el sitio desde 25 cuentas diferentes, además de más de una centena de posts y comentarios en otros sitios.
El sitio era falso, la campaña no tenía ningún objetivo político y por tanto se había logrado el objetivo sin producir daño alguno. O eso pensaba la empresa.
Defendiendo genocidas
El problema es que, aun dejando de lado el hecho de que se financio una actividad ilegal, también se produjo contenido defendiendo a un personaje histórico que es conocido por haber llevado a cabo uno de los peores genocidios de la historia. Y crear campañas defendiendo genocidas no es lo que uno espera de una empresa respetable. Lo cierto es que aunque haya sido limitada Jigsaw no tiene forma de saber el impacto que la campaña pudo haber tenido en la vida de cada persona que leyó los contenidos creados por el trol que contrató para su experimento.
Es importante notar que el término experimento social tiene la desafortunada cualidad de aparecer como justificativo de muchas de las acciones más cuestionables que aparecen en Internet.
Defensa
Jigsaw entiende que la importancia de los resultados del experimento son suficientes para justificar el impacto que produce la creación del sitio falso y una campaña de desinformación a pequeña escala. No está claro cuál es la posición de Alphabet al respecto, pero es posible imaginar que la idea de que este episodio pueda salpicar la ya a menudo malograda imagen de Google no debe ser un asunto que se tome sin preocupación.
Jjigsaw tiene una gran cantidad de proyectos interesantes vinculados a la seguridad y le mejora de las relaciones en Internet, pero en este caso parece haber dado un gran paso en falso.