31 octubre, 2018
Los desechos plásticos son uno de los grandes problemas ecológicos en todo el mundo. Es por eso que la Unión Europea planea prohibir para 2025 la comercialización de productos de plástico de un solo uso que tengan otras alternativas disponibles. Este tipo de medidas, junto con la creación de nuevos materiales biodegradables parece ser la mejor solución a largo plazo. Mientras tanto es importante encontrar formas de reciclar el plástico que consumimos.
Una de las opciones más interesantes es el empleo del plástico en ámbitos en los que la durabilidad es un factor positivo. Ecoplas, la asociasión dedicada al reciclaje del plástico, está trabajando en una posibilidad interesante: la elaboración de durmientes para las vías del tren.
El plástico reemplazaría al quebracho, una madera extremadamente resistente pero por supuesto, suceptible al deterioro por la acción del clima. Dependiendo de la elaboración los durmientes de plástico pueden durar hasta 50 años. Un solo durmiente podría suponer el reciclaje de unas 2000 botellas de polietileno, lo que implica que al aplicarse esta tecnología a un kilómetro de vías se utilizarían 144 toneladas de plástico.
Se estima que en Argentina hay más de 20 mil kilómetros de vías que necesitan renovarse. Considerando toda la red ferroviaria existen 32 millones de durmientes. Esta tecnología ya ha sido utilizada en Japón, Estados Unidos, Alemania, Brasil y México entre otros países. La implementación de los ladrillos de plástico tendrían un efecto positivo adicional, dado que disminuiría las necesidades de madera del país y por tanto la tala de árboles. También se espera un gran impulso para la industria del reciclaje.
La propuesta todavía está en estudio. El primer objetivo es evaluar su idoneidad y establecer normas de calidad. La Administración de de Infraestructura Ferroviaria Sociedad del Estado (ADIFSE) ya solicitó la elaboración de una norma IRAM para durmientes sintéticos.
Imagen: Archivo ABC
