12 octubre, 2018
Los test de ADN distribuidos directamente a los consumidores pueden parecer un paso adelante en la democratización de la información, pero esconden una consecuencia preocupante. Según un estudio publicado este jueves por la revista Science, los Estadounidenses de origen europeo tienen más posibilidades de tener lazos genéticos cercanos con alguien que ha utilizado estas pruebas que de no estarlo.
Según el autor del estudio, Yaniv Erlich, “estamos muy cerca del punto en el que todos seremos identificables a través de estas técnicas”. Erlich es profesor asistente de la Universidad de Columbia y jefe de la oficina de ciencia de la firma de pruebas de ADN para consumidores MyHeritage.
Para afirmar esto Erlich se basa en el hecho de que solo se necesita que el 2% de la población de un país se haga un test de ADN para que la información genética del total esté representada en los datos recopilados. En los Estados Unidos más de 15 millones de personas se han hecho pruebas de ADN y subido sus datos a sitiowebs.
Estos datos, más otros suministrados por los usuarios, la información de las redes sociales y otros registros públicos permitirían el armado de una herramienta que podría identificar a cualquier persona, aún cuando nunca haya suministrado una muestra de ADN. Erlich ha recomendado que para evitar los malos usos las compañías que administran los datos genéticos encripten los datos, para que los usuarios estén más seguros y puedan incluso especificar cuándo y cómo puede accederse a dicha información.