19 enero, 2018
Una de las promesas más interesantes que dejó CES 2018, la feria de tecnología que se celebró en Las Vegas hace algunas jornadas, fue una iniciativa de Razer que por el momento es sólo un plan a futuro: Project Linda. Se trata de un accesorio (y algo más que un accesorio) capaz de convertir al Razer Phone en un ordenador portátil.
Ahora, un reporte del sitio francés Frandroid señala que el Razer Phone 2 llegaría en septiembre de 2018 junto con Project Linda. Esta supuesta coordenada tiene algo de lógica: el especialista en productos gamer había dicho en Las Vegas que Linda es un proyecto a mediano plazo.
Para desprevenidos, vale recordar que en noviembre de 2017 apareció en escena el Razer Phone, el primer smartphone del fabricante. Tal como se esperaba, el dispositivo cuenta con especificaciones de altísima gama, como sus 8GB de RAM, su batería de 4,000mAh, la resolución de su pantalla, y otras bondades pensadas especialmente para los que juegan desde el móvil. Todos los detalles sobre el Razer Phone pueden ser consultados en esta nota de RedUSERS.
La mencionada fuente asegura que Project Linda, que llegaría en coincidencia con el Razer Phone 2, habría llegado a los pasillos de CES 2018 casi fortuitamente, pues inicialmente se preveía que el equipo de desarrollo demore unos meses más para contar con un prototipo funcional como el que podemos ver en el siguiente video divulgado por el propio fabricante.
Gracias a este accesorio, los usuarios de teléfonos Razer podrán aprovechar la potencia de esta base para correr en un soporte de mayor dimensión y, claro, con Android. Los buenos comentarios que recibió el proyecto en CES habrían derivado en la decisión de Razer de prepararlo para el tercer trimestre del año en curso, y como un elemento que genere una mayor atracción hacia el segundo smartphone que preparan.
Y ya que se habla de septiembre como el mes del anuncio, no sería extraño que las novedades de Razer sean presentadas en IFA 2018, la feria tecnológica que cada año se realiza en Berlín, Alemania.
Por Uriel Bederman
