4 octubre, 2017
Ocho choferes de Uber Argentina fueron condenados a multas de entre 500 y 5000 pesos en suspenso al ser encontrados culpables del del “uso indebido del espacio público y por ejercer en forma ilegítima una actividad”. El dictamen fue firmado por el magistrado Ladislao Endre, titular del Juzgado Penal, Contravencional y de Faltas Nº 25, mientras que la investigación estuvo a cargo de la Unidad de Investigaciones Complejas Oeste del Ministerio Público Fiscal porteño.
Según detalla La Nación en su artículo al respecto, se trata del respaldo legal más importante que ha tenido la empresa estadounidense desde que desembarcó en el país, debido a la pretensión del fiscal y lo que finalmente sucedió. El diario destacó que Uber no esperaba este fallo “ni en el mejor de los escenarios” porque, consideran, que es una sentencia que no representa condena por el valor económico de la multa y la forma de hacerla efectiva.
El fiscal Martín Lapadú, a cargo de la Unidad de Investigaciones Complejas Oeste, sostuvo en cambio que la sentencia “reafirma la ilegalidad de las conductas de los choferes de Uber y confirma los procedimientos de investigación que llevamos adelante desde la Unidad Fiscal Oeste. De todas formas apelaremos estas resoluciones en cuanto entendemos que las penas impuestas resultan extremadamente bajas y no guardan relación con la gravedad de las conductas probadas en el juicio”.
Los artículos 86 y 77 del Código Contravencional porteños prevén como inconductas el uso indebido del espacio público y el ejercicio ilegítimo. Lapadú, en consecuencia, había pedido una pena de diez días de arresto efectivo y un año y medio de inhabilitación para manejar cualquier vehículo.
Vale destacar que las multas son en suspenso por tres meses, por lo que si en ese tiempo los condenados cometen otra falta contravencional deberán pagarlas. No se trata de la única condena a choferes de Uber en Argentina: meses atrás, cinco conductores fueron sentenciados a dos días de arresto y una sanción accesoria de inhabilitación para conducir cualquier tipo de rodado por el término de dos meses, cuyo cumplimiento también se dejó en suspenso.
“Sin duda es esta una prueba más de la falta de interés de Uber en la suerte judicial de sus choferes, a los cuales sigue exponiendo a procesos legales y condenas efectivas en vez de regularizar su situación”, subrayó Lapadú.