12 septiembre, 2017
Un alto ejecutivo de Samsung confirmó que el próximo año por fin veremos en escena el prometido smartphone plegable. ¿Un intento por distraer junto en el día en el que Apple presentará al mundo sus nuevos teléfonos, incluyendo el iPhone X que celebrará el décimo aniversario de esta serie de smartphones?
Como fuere, lo cierto es que en el marco de una conferencia de prensa el jefe de la división móvil de Samsung dijo que el modelo que promete ser un nuevo mojón en el negocio de los smartphones llegará en 2018, esto luego de varias promesas e incluso prototipos mostrados por el fabricante. Y no se trata de anuncios precisamente recientes: en la edición 2011 de la feria de tecnología CES, Samsung había mostrado un teléfono con una pantalla de 4.5 pulgadas capaz de plegarse.
De 2011 a esta parte, las pistas más elocuentes para la llegada de un smartphone plegable fueron patentes presentadas por Samsung ante las autoridades competentes. Por lo demás, hace algunos meses un ingeniero de la empresa surcoreana había dicho que este modelo no se lanzará en el corto plazo por una razón en particular: porque la línea Galaxy S aún sigue entregando buenos réditos comerciales. En tanto, ¿por qué eclipsar a la gallina mientras ésta siga poniendo huevos?
Lo cierto es que se trata de un desarrollo que supone no pocos desafíos, pues no es solamente la pantalla aquello que debe poder plegarse, sino también otros componentes internos del smartphone.
Como señalamos, la capacidad de plegarse podría ser la nueva seña de avanzada en el negocio de los smartphones, una nueva zanahoria a perseguir por los consumidores y, acaso, la característica que sirva a una industria que comienza a exhibir signos de saturación y desaceleración luego de muchos años de crecimiento sostenido.
Y en rigor, Samsung no es el único fabricante que estaría pensando en esta característica para sus teléfonos; tal como se puede comprobar aquí y aquí, otros como Nokia y Microsoft también patentaron equipos con esta capacidad.
Fuentes: AP, Phone Arena
Por Uriel Bederman