Cuando probamos la beta cerrada de Mirror’s Edge Catalyst recordamos aquella primera aventura que tuvo lugar en 2008. Este título, disruptivo por su jugabilidad y su estética particular, se ganó el corazón de muchos gamers que disfrutaron la aventura de Faith, la ágil corredora y protagonista de la historia.

Ocho años después, EA DICE decidió volver a los orígenes de la heroína y lanzó Mirror’s Edge Catalyst, su nueva apuesta que mezcla parkour, acción, velocidad, y carreras contrareloj un mundo abierto con todas las características que supieron brillar en la entrega anterior. Todo esto acompañado por una nueva historia, algunos personajes conocidos y una sociedad distópica.

¿Qué hay de nuevo en este título? ¿Logró superar los problemas que tuvo la primera entrega hace varios años? Corramos a averiguarlo.

Hora de correr

La premisa de Mirror’s Edge Catalyst es la movilidad. Todo el juego sucede mientras corremos, realizamos movimientos de parkour y escapamos o combatimos contra enemigos. Desde un primer momento, Faith se sube a la cima de los edificios de City of Glass para no volver a tocar las calles (salvo que caigamos al precipicio en una inevitable muerte).

Saltos fluidos, corridas frenéticas por los techos, barridas bajo cañerías, balanceo en las alturas, son solo algunos de los movimientos que deberemos aprender a controlar si queremos tener éxito en todas las carreras que nos deparan. Cuando logramos un buen movimiento y no frenamos nuestra carrera en el intento, cargaremos una barra de concentración que nos ayudará a sobrevivir y esquivar ataques de los enemigos.

Por su parte, el título carece de un alto voltaje argumental. La historia nos lleva a los orígenes de Faith pero su resultado es chato y predecible. Las escenas estilo cómic de la primera entrega fueron sustituidas por videos cortos con animaciones completas de los personajes, lo que mantiene un ritmo fluido a las conversaciones e interacciones entre los personajes.

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Cuando nos encontramos en el modo libre tenemos la posibilidad de recorrer la ciudad en busca de misiones primarias, secundarias, objetos coleccionables, carreras contrareloj, combates para liberar zonas y desafíos. La gran mayoría tiene su propio contador de tiempo lo que nos permite batir récords mundiales y comparar nuestro resultado con nuestros amigos. Sin duda, el premio mayor se lo llevan los momentos con el tiempo en contra ya que la visión de corredor nos puede llevar por un camino seguro, pero, si queremos superar los récords y las marcas mundiales, debemos buscar nuestros propios atajos.

Desde el comienzo contamos con algunas habilidades básicas para movernos por la ciudad pero, a diferencia del juego original,  tenemos tres ramas de habilidades y equipo que podremos ir mejorando con la experiencia ganada en las distintas misiones. Estas ramas son: movimiento, combate y equipamiento. Si bien no era necesario para este tipo de juego, le agrega la capa de personalización que está tan de moda en los juegos de mundo abierto.

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Todos estos elementos convierten a Mirror’s Edge Catalyst en un título completo de actividades para realizar donde nos vemos más atraídos a cumplir misiones secundarias e intentar batir los récords globales en vez de seguir la trama principal.

Una sociedad en una caótica paz

El aspecto pulcro y ordenado de esta sociedad futurista puede transmitir paz y tranquilidad, algo muy alejado de la realidad. La sociedad está regida un gobierno autoritario y dominante que se ocupa de “ajusticiar” a los rebeldes. Los corredores, por su parte, no le temen a la ley y realizan encargos por toda la City of Glass.

El diseño de la ciudad responde a lo visto en la primera entrega, pero llevado a una escala mucho mayor gracias al gran mundo abierto. Asimismo, cuenta con un diseño simplista pero bien logrado. El blanco es el color por excelencia, salvando los rojos de nuestra guía digital y otros detalles en naranja.

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Sin embargo, el aspecto visual de los edificios y los objetos lejanos deja bastante que desear. Se pueden observar texturas algo lavadas, con poca resolución y con pocos detalles. Si bien la estética siempre se caracterizó por ser simplista, el juego luce en muchos momentos como su antecesor.Durante la beta dijimos que este aspecto podía ser mejorado en la versión final. A pesar de eso, no notamos cambios en este aspecto, lo que resulto un punto decepcionante, especialmente teniendo en cuenta el potencial artístico de la ciudad.

Cabe resaltar que esta falta de detalles se nota especialmente en la edición para consolas ya que, según la empresa, se optó por mantener una alta tasa de FPS con el objetivo de tener un videojuego destacado por su fluidez.

Como contraparte, las animaciones y los personajes en las cinemáticas entre misiones están muy bien realizadas, dándole un buen toque de personalidad a los protagonistas y profundidad a la trama principal

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El combate, una deuda pendiente

En el primer Mirror’s Edge una de las críticas principales iba dirigido al poco dinamismo que tenían los combates. Por eso, sus desarrolladores decidieron rediseñar el sistema para que siga los pasos del parkour rápido.

Al igual que las corridas, los combates deben llevarse adelante con agilidad para tener una mayor efectividad. Si corremos por las paredes o saltamos, podemos combinar golpes fuertes y ligeros para eliminar a los rivales que intentan detenernos sin siquiera tener que frenar nuestra marcha.

Sin embargo, cuando debemos detenernos para combatir (situación que se da en más de una ocasión), el combate carece de profundidad, se vuelve algo confuso y sumamente repetitivo. Además, la inteligencia artificial es bastante pobre, por lo que basta una simple patada para que nuestros enemigos se arrojen prácticamente solos hacia algún precipicio.

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Conclusiones

La franquicia Mirror’s Edge tiene muchas cualidades para ser única, irrepetible y sumamente divertida. Su estilo distintivo, ágil y con grandes escenas de movimiento y acción convierte a este juego en una versión mejorada de la primera parte.

Las misiones secundarias, la recolección de extras y el mundo abierto se congenian de gran manera para conformar un título completo de momentos divertidos, variedad de misiones, carreras épicas y un accesible ránking mundial listo para ser batido.

A pesar de su gran cantidad de puntos positivos, Catalyst cumple con lo mínimo e indispensable en la trama principal de la historia de Faith, una protagonista que tenía potencial pero que fue desaprovechado. A su vez, las texturas lavadas, la falta de detalle en algunos elementos del entorno y el sistema de combate impiden que este juego se convierta en una verdadera joya.

Dejando de lado estos puntos específicos, Mirror’s Edge Catalyst es un título divertido, frenético y atrapante que nos dejará varias horas enganchado frente a la pantalla con el objetivo de convertirnos en el más rápido de todos.

Puntaje: 7.5

Pros

+ El mundo abierto

+ Las misiones secundarias

+ Las frenéticas carreras

+ Un estilo de parkour sencillo y fluido

Contras

– Faltó pulir el sistema de combate

– Algunas texturas lavadas y con falta de detalle

Plataformas disponibles

– PlayStation 4, Xbox One y PC

Requisitos mínimos en PC

SO: Windows 7 o superior (sólo 64-bits).
Procesador: Intel Core i3-3250 o AMD FX-6350
RAM: 6GB
Tarjeta Gráfica: NVIDIA GeForce GTX 650 Ti 2GB, AMD Radeon R9 270x
Espacio en Disco Duro: 25 GB

Juan Silvestrini

RedUSERS Labs