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La PC ideal 2016: Disco duro


Esta nota fue publicada originalmente en la edición 146 de revista POWER. Podes suscribirte a la versión impresa y/o digital aquí

El hardware de las computadoras no para de avanzar y deja atrás incluso a las consolas que recién han sido lanzadas al mercado. En este artículo haremos un recorrido por los distintos componentes de la PC y nos enfocaremos en definir cuáles son las características más importantes que se deben tener en cuenta a la hora de comprar.

Disco duro

En el ámbito del almacenamiento tienen vital importancia el costo por gigabyte y la velocidad de lectura de datos.

La elección de un disco duro para la PC siempre fue un tema fundamental. Muchas veces no es el que ocupa un lugar central en la mente del usuario que arma un equipo nuevo. Sin embargo, no se puede negar su importancia, debido a que tiene un alto impacto en el desempeño final de la computadora.

Por otra parte, encontramos una interesante bifurcación en el desarrollo de la tecnología de almacenamiento. Dos mundos que nos ofrecen productos tentadores: los discos tradicionales de alta capacidad y las nuevas unidades de estado sólido (SSD).

Mayor capacidad

Los discos duros tradicionales son dispositivos electromecánicos: un motor eléctrico hace girar platos internos sobre los que se escribe y lee la información. De hecho, este tipo de unidad es una joya de la mecánica de precisión. No obstante, su complejidad hace que también sea una tecnología relativamente frágil, especialmente cuando se la expone a movimientos y a golpes.

Desde hace varios años la velocidad de rotación de los platos de almacenamiento se ha fijado en 7200 RPM para los discos de computadoras de escritorio. Esta es una velocidad altísima, que permite a los cabezales de lectura acceder rápidamente a los datos solicitados por la PC.

No obstante, hay discos de con otras velocidades de rotación. La serie VelociRaptor de Western Digital se caracteriza por ofrecer una velocidad de 10.000 RPM, lo que le confiere una muy alta velocidad de transferencia de datos. En el otro extremo, en los discos para notebooks y en las series “Green” que diversos fabricantes han lanzado para escritorio, encontramos discos con velocidades que rondan las 5400 RPM. Gracias a esta menor velocidad de rotación se consigue, en teoría, una operación más silenciosa y con menor consumo de energía. También debemos notar que para el ámbito corporativo se han construido unidades de almacenamiento de 15.000 RPM.

Los discos SSD son ideales para reducir el tiempo de carga en juegos pesados.
Los discos SSD son ideales para reducir el tiempo de carga en juegos pesados.

Más velocidad

La tecnología de memoria flash está entre nosotros hace mucho tiempo. Principalmente, en forma de pendrives y tarjetas para cámaras digitales. Pero llegó un momento en que la memoria flash se hizo lo suficientemente rápida y lo suficientemente confiable para utilizarse en la construcción de unidades de almacenamiento a gran escala.

La cuestión es que hoy en día los discos de estado sólido o SSD (se los llama así porque no tienen partes móviles) no son solamente “suficientemente rápidos”, sino que son “tremendamente más rápidos” que los discos tradicionales. Una comparación breve: un muy buen disco duro tradicional puede ofrecer una velocidad de lectura de entre 90 y 100 MB/s, mientras que un SSD de última generación se puede ubicar encima de los 500 MB/s.

Ya tenemos en el mercado discos tradicionales de 4 TB, y durante 2016 se harán comunes los de 6 TB (los de 8 TB acaban de lanzarse).
Ya tenemos en el mercado discos tradicionales de 4 TB, y durante 2016 se harán comunes los de 6 TB (los de 8 TB acaban de lanzarse).

En la primera generación de discos SSD la vida útil de la memoria flash era una preocupación. Hoy en día, se ha progresado tanto en el refinamiento de los controladores de almacenamiento que este ha dejado de ser un problema. Cualquier disco SSD fabricado a partir de 2011 puede ofrecer una vida útil muy prolongada.

La solución mixta

El principal “problema” de los discos SSD en la actualidad es que el precio por gigabyte de almacenamiento que ofrecen es muy costoso en comparación con los discos duros tradicionales. Por eso es que resulta muy difícil encontrar en el mercado unidades SSD de más de 512 GB.

Así, muchos usuarios se inclinan por una solución mixta: un rápido SSD para arranque de la PC e instalación de aplicaciones muy utilizadas, complementado por un gran disco mecánico para almacenar archivos en cantidad.

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