Sin dudas, el equipo de Microsoft quiso darnos un impacto visual cuando entráramos a Edge. ¿Lo logró? Podemos decir que, en cierta medida, sí, ya que si éramos usuarios de Internet Explorer, habremos estado acostumbrados a su interfaz, la cual era totalmente distinta de la que Edge nos brinda. Muy orientado a lo que ofrece Windows 10, Edge nos hace recordar permanentemente en qué sistema operativo estamos. Tal vez, quienes en algún momento hayan usado Windows 8 encontrarán alguna reminiscencia de las aplicaciones de correo u otras nativas que tenían un diseño similar, aunque Edge, gracias a Dios, no se entromete con la pantalla completa.
Modo lectura y notas
Una opción novedosa y accesible que tenemos en Edge es el modo lectura. Si bien en Windows 8 ya se insinuó este método, no era del todo intuitivo. Ahora, cuando entramos a una web que tiene una gran cantidad de texto, se nos habilita la opción de verla en este modo. Esto lo podemos lograr haciendo clic en el ícono con forma de libro que está a la derecha de la barra de direcciones, o presionando <Ctrl+Shift+R>. Esta vista es útil para cuando tenemos que pasar ratos largos leyendo, ya que elimina imágenes y barras publicitarias, así como menús y otros componentes que obstaculizan la lectura. Además, pone un contraste adecuado con un color tenue amarillo de fondo, para que nuestra vista no se canse. Otra característica interesante es la buena integración con OneNote, la herramienta para tomar notas que desarrolló Microsoft. Para acceder a ella, tenemos el ícono superior con forma de lápiz y papel. Es realmente interesante lo que podemos lograr aquí; incluso nos permite almacenar y compartir nuestras anotaciones.
Sin complementos
Sí, leyeron bien el título: Microsoft Edge aún no soporta complementos. Esto es un cataclismo y la falla casi inadmisible que vemos en el browser. Cualquier usuario medio o avanzado necesita de ellos, ya sea por cuestiones de seguridad, de conectividad o hasta por motivos laborales. No admitir herramientas externas limita increíblemente a este navegador, y hace que muchos nos sintamos un poco afuera. La buena noticia es que habrá soporte para complementos, aunque a mediados de 2016. Esto nos confirma que Microsoft cometió un error y lo reconoce, ya que si por diseño propusieran un browser sin herramientas externas, se habría limitado a informar que nunca los incorporaría. Inexplicable falla a esta altura de los hechos. Habrá que esperar.
Performance
Aquí tenemos una muy buena noticia, y es que Edge se desempeña realmente muy bien. Algunos dirán que es así porque no admite complementos. Está bien, de acuerdo, pero salgamos de ese trago amargo. Microsoft, con orgullo, nos dice que Edge es hasta 16 veces más rápido que Internet Explorer. Sabemos que este último no era descollante en velocidad, pero en la Web encontramos diversos benchmarks donde, incluso utilizando herramientas de prueba que son propiedad de Google (como Octane), Edge toma la delantera frente a navegadores como Chrome 43 o Firefox 40. Esta fluidez realmente se siente cuando estamos usándolo, partiendo además de que la memoria que ocupa es muy inferior a la que podemos ver en los otros exploradores.