Si bien Photoshop se popularizó como herramienta de retoque fotográfico digital, obviamente también permite crear una hoja (o lienzo) en blanco para componer desde cero una imagen, fotomontaje, texto, etc. Luego de seleccionar la opción del menú [Archivo/Nuevo], accedemos a un cuadro de diálogo que brinda las siguientes opciones para determinar las características del lienzo: Nombre: es el nombre del archivo con el cual será guardado.
Predeterminar: aquí se encuentran almacenados los tamaños típicos de lienzo, separados por categorías. Encontramos tamaños predefinidos de papeles, de fotografía y video, estándares web y dispositivos móviles entre otros. También ofrece la opción especialmente útil de seleccionar “A medida”, a partir de la cual el lienzo tendrá el mismo tamaño de la imagen que tengamos copiada en el portapapeles.
Tamaño: este apartado está directamente ligado al anterior, porque permite elegir el tamaño exacto basado en la categoría seleccionada anteriormente. Por ejemplo, dentro de los papeles internacionales se encuentra el muy utilizado tamaño A4.
Ancho y alto: como su nombre lo indica, en estos campos podemos ingresar manualmente el ancho y alto expresado en cm, mm, píxeles, pulgadas, picas, puntos y columnas. El tamaño del lienzo, como todo, no es definitivo. Se puede cambiar en cualquier momento desde la opción [Tamaño del lienzo] del menú [Imagen].
Resolución: permite especificar la cantidad de píxeles por pulgada o por centímetro que optamos por utilizar.
Modo de color: es un tema complejo, pero en síntesis podemos decir que define el tipo de mezcla de colores y canales a utilizar.
Contenido de fondo: establece el color del fondo del lienzo. Cambiar el tamaño En el menú [Imagen], Photoshop agrupa todas las opciones básicas para modificar la imagen que estamos editando. Entre estas opciones tenemos [Tamaño de imagen], desde donde podremos cambiar el tamaño (ancho y alto) y resolución (píxeles por pulgada) de la imagen.
Además, tenemos la posibilidad (no obligatoria) de restringir las proporciones, de manera que si se reduce, por ejemplo, un 45% en la altura, automáticamente se reduzca el ancho de manera proporcional evitando la deformación de la imagen. La complejidad de esta acción es entender qué ocurre con la imagen cuando se cambia su composición en píxeles. Las imágenes del tipo bitmap están basadas en una grilla de un número fijo de puntos (pixeles). Cualquier modificación de su tamaño altera la imagen de manera definitiva.
Si reducimos una imagen, Photoshop deberá buscar la manera de mostrar lo mismo pero con menos píxeles. Si, en cambio, se amplía, deberá buscar la manera de rellenar los nuevos píxeles que se agregan. Estas acciones se denominan remuestreo de imagen y se basan en complejos algoritmos para lograr el resultado. Por lo general, el remuestreo de imagen funciona correctamente, sin perder de vista que cualquier modificación de tamaño implica una pérdida muchas veces irreversible de calidad.
Recomendaciones finales
Está claro que el tamaño y la resolución están directamente relacionados con el medio de salida y sus múltiples tipos. Pero esto no impide que se puedan establecer ciertos estándares y recomendaciones:
-Conviene trabajar en la mayor resolución posible mientras se está editando, dejando cualquier cambio definitivo en el tamaño para el final.
-A mayor resolución, más pesado será el archivo. Si se necesita priorizar el espacio de disco, ahorrar recursos o disminuir el tiempo de descarga y transmisión de datos, una buena medida es trabajar con resoluciones más bajas.
-Una impresora es capaz de imprimir a partir de 300 dpi con buena definición. De ahí que se determine la “resolución de impresión” como 300 ppi. Si ese es nuestro objetivo, no sería necesario utilizar más.
-Un monitor típico utiliza de 72 a 96 píxeles por pulgada y tiene una resolución de 1024×768, 1600×900 o 1920×1080 píxeles, entre otras. Por este motivo se dice que la “resolución de pantalla” es de 72 ppi. Sin embargo, las nuevas pantallas, especialmente de dispositivos móviles, manejan valores de píxeles por pulgada mucho más altos (entre las características de estos dispositivos, el dato de ppi aparece como “densidad”).
-Cuando se comparten imágenes entre varios proyectos, es imprescindible chequear que la resolución y tamaño mantengan cierto equilibrio. Por ejemplo, si en un fotomontaje una de las partes tiene resolución menor o mayor que las demás se generan efectos visuales de baja calidad.