7 febrero, 2016
Por segundo año consecutivo, la Fórmula E aterrizó en Buenos Aires con todo su show de tecnología a cuestas, confirmándola como una de las categorías emergentes más interesantes del mundo de los “fierros”. La carrera, que tuvo lugar en las calles de Puerto Madero, volvió a entregar grandes dosis de adrenalina y emociones de la primera a la última curva, gracias a una grilla que se mantuvo en cambio constante hasta la bandera de llegada.
El ganador de esta segunda edición fue el inglés Sam Bird, de la scudería DS Virgin (propiedad del magnate Richard Branson), aunque el gran protagonista fue el suizo Sebastian Buemi, que se robó todos los flashes al partir desde la última posición por un trompo en la clasificación y terminar la carrera en segundo lugar.
Precisamente, fueron los cambios introducidos a nivel tecnología para esta temporada los que permitieron que el espectáculo no decayera con respecto al año anterior. En el campeonato 2015/2016, los 9 equipos pueden realizar modificaciones en la suspensión trasera, el motor (en la primera temporada, todos los monoplazas utilizaban el mismo modelo de la firma McLaren), la caja de cambios y las llantas, lo que ha permitido explotar al máximo la performance de cada bólido en pista. Prueba de ello fue la excelente performance del Renault e.Dams de Buemi, que mantuvo un ritmo constante durante toda la competencia, aún con el cambio de auto.
En la previa, Graeme Davison, VP de tecnología de Qualcomm Europa, había adelantado a RedUSERS.com que los tiempos de vuelta iban a bajar, en promedio, unos 5 segundos respecto a la temporada anterior, producto de las modificaciones introducidas. Ante la consulta sobre las baterías (fabricadas por Williams), el gran punto a mejorar en los automóviles, Davison aclaró que los avances que están registrando en la performance y la eficiencia de los motores, permitirán en el corto plazo disfrutar de carreras completas con una sola carga.
Los móviles, grandes protagonistas en las tribunas
Uno de los aspectos más originales de la Fórmula E es la interacción que genera entre pilotos y espectadores a través del uso de su aplicación móvil y las redes sociales. A través de una votación que se cierra minutos antes de la carrera, los fans pueden otorgarle a los pilotos más votados un “Fan Boost” que es, ni más ni menos, que un extra de potencia que podrán utilizar en la segunda parte de la carrera. Bird, ganador de la prueba, fue uno de los beneficiados por el voto del público.
Otra muy buena implementación ha sido la de la transmisión en vivo a través de su app oficial. Así, los espectadores no solo pueden ver en tiempo real aquellos sectores del circuito que están fuera de su campo de visión, sino también ver los cambios en la grilla y el nivel de batería de cada uno de los vehículos en pista. Definitivamente, una carrera hecha por y para geeks.