15 enero, 2016
Esta nota fue publicada originalmente en la edición 292 de revista USERS. Podes suscribirte a la versión impresa y/o digital aquí.
Por Juan Silvestrini
Las modas tecnológicas marcan la tendencia de la sociedad actual, abriendo la imaginación y la pasión de los amantes de los gadgets. Los drones comenzaron a pisar fuerte en el mundo, con increíbles modelos, comunidades enteras dedicadas al modelismo de productos únicos y situaciones peculiares en los cuales se vieron involucrados.
Estos dispositivos llegaron para quedarse. Hoy es común ver uno de estos gadgets en marchas, desfiles, espectáculos e inclusive, en espectáculos deportivos.
Un gran número de personas los considera los juguetes del futuro. Sin embargo, existen modelos profesionales utilizados específicamente por expertos, como equipos de filmación, pilotos de carreras (de drones), arquitectos, entre otros rubros.
Sin duda, las posibilidades son amplias y los drones son herramientas sumamente útiles, aunque también divierten y entretienen. En esta nota, haremos un repaso por sus usos actuales, su regulación dentro de Argentina y el futuro de esta tecnología.
Algo para chicos y no tan chicos
¿Quién no jugó con un autito de carrera o un avioncito a control remoto? Estos juguetes históricos han acompañado a muchas generaciones de chicos, y padres que se ocuparon de divertirse junto a sus hijos.
Los drones podrían ser considerados la evolución de dichos juguetes. Más modernos, con una mejor tecnología y miles de usos en sus haberes. Estos robots son utilizados por familias enteras en vacaciones, en fines de semana de juego entre chicos y, ¿por qué no?, entre grandes.
Actualmente, ya se comenzaron a popularizar las carreras de drones de alta velocidad, que poco tienen que ver con los más pequeños de la familia. Los adultos comenzaron a formar su propio ámbito donde estos nuevos juguetes son los protagonistas.
Dada la versatilidad y la cantidad de modelos que existen actualmente en el mercado, estos dispositivos rompieron una barrera y se convirtieron en herramientas para muchos profesionales. Por ejemplo, existen estudios de grabación que utilizan las cámaras de grabación en HD de los drones voladores para acceder a lugares impensados e inalcanzables para cualquier ser humano.
Por otro lado, estos equipos también tienen un peso creciente en diferentes ejércitos del mundo, apuntando a ser el armamento no tripulado del futuro. Hay que destacar que, al no estar cargados con todo el equipo que requiere un piloto, estas aeronaves son livianas, rápidas y muy maniobrables.
Sin duda, las posibilidades sólo están limitadas por la imaginación.
Un pequeño transporte volador
El surgimiento de los drones trajo consigo muchas ideas innovadoras, tanto como para los usuarios que los utilizan como hobby, como para las grandes empresas. Con Amazon a la cabeza, ya son varias las compañías que comenzaron a probar estos dispositivos voladores como vehículos de transporte para compras realizadas por Internet.
En un primer momento, este concepto levantó las críticas de muchos usuarios y se topó con un muro de saco y corbata. En una primera instancia, las leyes de Estado Unidos les prohibieron realizar sus pruebas. Sin embargo, gracias a una intensa lucha, la empresa logró regular sus testeos.
Amazon Prime Air, el nombre de este servicio de entregas, le ganó la pulseada a la Administración Federal de Aviación de Norteamérica (FAA) y, bajo algunas regulaciones específicas, comenzó a manipular sus vehículos no tripulados con fines comerciales. Cabe destacar que, según la FAA dentro del territorio americano las aeronaves para uso recreativo sí son permitidas, pero no es admitida su aplicación con fines lucrativos.
Aunque todavía existen trabas legales y tecnológicas para utilizar drones como un método de transporte y entrega definitivo, Amazon logró dar el primer paso en un proceso que, seguramente, tendrá una gran expansión en los años venideros.
La regulación en Argentina
A fines de mayo de este año, el gobierno nacional aprobó la regulación de estos dispositivos para distintas actividades fotográficas, de grabación de video y sonidos. Toda esta información está especificada en la disposición 20 del ministerio de Justicia, publicada en el Boletín Oficial.
El principal punto a tener en cuenta y respetar es la privacidad. Esta norma exige un consentimiento explícito de la persona que está siendo fotografiada o filmada. Sin embargo, el texto explica que el piloto del drone puede recopilar esta información siempre y cuando “no implique una intromisión desproporcionada en la privacidad del titular del dato”.
Un futuro incierto pero prometedor
El futuro de los drones seguramente estará plagado de nuevos modelos cada vez mejores, con más autonomía, distancia de vuelo, funciones y muchas otras funcionalidades. Inclusive, se irán transformando, como algunos ya han comenzado a experimentar, en herramientas de transporte y envíos o inclusive en armas letales de guerra.
Si bien todavía no se definió cuál será la función principal de los drones en el mundo moderno, sabemos que llegaron para quedarse y establecerse como una de las principales tendencias de los próximos años.
Nixie: el drone de muñeca
Este dispositivo que se adjudica el título de primer wearable y cámara voladora, nació en el marco del concurso “Make it wearable” de Intel. Este dispositivo se usa en la muñeca como una pulsera y se lanza al aire con un simple gesto. Cuando se encuentra en vuelo, Nixie saca una foto y vuelve a su punto de origen. Su creador, Christoph Kohstall, afirmó que la idea original de Nixie surgió cuando se encontraba realizando deportes extremos y no tenía ningún compañero que pudiera retratar ese momento. Según Kohstall, el precio de este pequeño drone, que aún no salió a la venta de forma oficial, rondará el de una cámara tradicional.