26 agosto, 2014
Los cigarrillos electrónicos surgieron tanto como una curiosidad como una posibilidad para tantos fumadores de dejar el hábito en su forma tradicional. Sobre sus beneficios y los perjuicios que se mantienen al pasar de los cigarrillos tradicionales a estos dispositivos todavía hay mucho por investigar. Sin embargo, la OMS ha preferido no dejar pasar el tiempo y prevenir cualquier posible mal a futuro. Los e-cigarettes son considerados como mucho menos perjudiciales que los cigarrillos tradicionales. Sin embargo, la comunidad científica todavía no ha llegado a un consenso en la evaluación de sus riesgos y beneficios. Un grupo de científicos había señalado que la OMS debía abstenerse de tratar a estos productos como a los cigarrillos, pero poco tiempo después otro grupo señaló que el organismo debía permanecer firme con sus acciones preventivas.
La organización ha señalado que los cigarrillos electrónicos deben ser regulados de forma tal que no se pueden emplear en lugares cerrados, se prohiba su publicidad y su venta a menores. Todas estas medidas son similares a las que rigen para la versión tradicional de los cigarrillos.
Por otro lado existe una gran preocupación por regular el contenido de los cigarrillos electrónicos. En gran medida esto se debe al involucramiento de las compañías tabacaleras en la industria. Philip Morris, British American Tobacco e Imperial Tobacco se encuentran entre las empresas involucradas. Existen actualmente 466 marcas de este tipo de producto. Existen versiones que utilizan sabores frutados o acaramelados que podrían ser particularmente atractivos para los más jóvenes. El uso de los cigarrillos electrónicos entre los adolescentes se incrementó hasta duplicarse en el periodo entre 2008 y 2012.
La OMS está preocupada porque en muchos casos se los publicita como un recurso para dejar de fumar, aunque no hay pruebas de que se produzca tal efecto. Otra advertencia que se ha realizado es que a pesar de lo señalado, el consumidor no está expuesto solo a vapor de agua. El vapeo, como se conoce al consumo de estos cigarrillos, puede alterar las células pulmonares de un modo similar al que lo hace el tabaco. Lo que es más preocupante es que los cigarrillos electrónicos incrementan la exposición de quienes están alrededor del fumador.
Imagen: NBCNews